por: Yarelis Borges
09/05/2017 | 8:15 pm
Pixabay | Imagen referencial
Internet se ha convertido en una de las herramientas tecnológicas más utilizadas por la población mundial de todas las edades, por lo que siempre debe tenerse mucho cuidado con lo que se comparte a través de la red.
El director del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), Óscar Misle manifiesta que su uso debe ser responsable y supervisado en el caso de los niños.
Misle advierte que los padres deben permanecer alerta sobre el contenido que los niños y adolescentes comparten y ven a través de la red, ya que existen muchas prácticas inusuales que pueden atentar contra la integridad humana.
«Hay que estar atentos sobre cuál es el uso que se hace, si es adecuado y responsable para no poner en riesgo la integridad, eso requiere también pensar a qué edad un niño tiene que tener un teléfono inteligente, que es una mini computadora, donde pueden acceder en un buscador a información para la cual no están preparados», detalló.
Los menores de edad tienen acceso a informaciones que puede colocarlos en riesgo, Misle sugiere como «la mejor prevención, la comunicación» de los padres con los hijos.
Advierte que los padres deben monitorear qué están realizando los niños en Internet, pero sobre todo, deben conversar con ellos para saber que están buscando.
Peligro del uso de la tecnología en edades inadecuadas
Para los padres, es importante recordar que la tecnología puede tener muchas ventajas y beneficios, sin embargo cuando es entregada abiertamente y sin límites a un niño, pueden caer en redes maliciosas que se aprovechen de su inocencia.
Por lo que el director del Cecodap recomienda que los progenitores sean los principales dadores de orientación para evitar que los niños sean mal informados por personas que no están en la potestad de decidir por ellos.
Presencia de juegos virales y peligrosos en Internet
En los últimos años se han albergado una cantidad innumerable de juegos, lugares de entretenimiento, invitaciones y retos en Internet, que incitan a las personas a realizar acciones con un fin establecido.
Los juegos o retos no siempre son buenos, tal es el caso de «La Ballena Azul», un reto viral de Internet a nivel mundial que lleva a los jóvenes al suicidio.
Este macabro reto surgió en Rusia a finales del 2015 y se registraron unos 130 casos de suicidios relacionados con el juego. Tal es el caso de Yulia Konstantinova, una joven que se quitó la vida en febrero de este año.
Egor Kolmakov, amigo de hacía dos años de Yulia, nos comentó que ella le habría manifestado sobre el reto que estaba realizando, sin embargo, pese a sus intentos, no logró que la joven desistiera de las tareas que le quitaron la vida al lanzarse de un piso 14 de un edificio.
Óscar Misle indicó que la viralidad de juegos como la Ballena Azul suelen ser fatales y la única forma de que los padres se den cuenta sobre lo que le pasa a los hijos es hablando con ellos.
Factores que hacen vulnerables a los niños
Misle asegura que factores como «la presión social, la moda, el miedo, la desinformación» son causantes de la participación de niños en estos juegos virales, sin embargo hace énfasis en que se debe buscar un perfil un poco más profundo.
El director del Cecodap coincide con diversos expertos cuando se refiere a que los niños que participan en grupos de autolesión podrían sufrir de depresión, soledad o abandono.
«Hay que indagar si hay sensación de abandono, sensación de angustia frente a la incertidumbre que pueden vivir los jóvenes en un momento determinado y por ello se sienten identificados por este tipo de grupos virales», aseguró.
¿Qué deben hacer los padres?
Misle invita a los padres a tomar acciones concretas y correctas si nota que sus hijos «presentan cambios en su comportamiento; si hay estados depresivos; si hay señales en su cuerpo de agresiones o estados anímicos que cambian; si cambian las rutinas o hay insomnios», ya que son alertas de que algo no está bien.
Si se descubre que el joven está interesado en realizar prácticas de autoagresión, es el momento de educar.
«Se debe conversar con ellos, estar atentos, hablar del tema de los riesgos y el peligro, pero, siempre hay que preguntar porque puede que el niño sepa más de lo que nosotros creemos», indicó.
Cualquier cambio en su comportamiento debe ser tomado como una alerta para los padres, el uso de Internet puede generar contactos peligrosos para la salud emocional y mental de los niños.
Misle recomienda la comunicación efectiva como la principal salida ante este tipo de situaciones que pueden poner en riesgo la vida de los jóvenes.