por: Elena Velásquez
28/03/2023 | 6:30 pm
elpopular.pe
En la zona de los Andes, específicamente en áreas de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, habita una especie de roedor que siempre parece tener sueño: la vizcacha.
Este adorable animalito andino, que suele medir entre 30 y 50 cm, pertenece a la familia de las chinchillas y, a pesar de su apariencia somnolienta, es sumamente ágil para moverse entre las zonas rocosas, esquivando a las aves rapaces y gatos monteses que son sus depredadores naturales.
Suelen alcanzar un peso de hasta ocho kilos y, debido al clima de su hábitat, poseen un pelaje grueso, abundante y suave, cuyo color varía entre tonos grisáceos y marrones, llegando a ser incluso blanco o amarillo en la zona del vientre.
De hecho, según lo recogido en el libro «Comentarios Reales de los Incas» de Garcilaso de la Vega, la piel de este animal fue sumamente valorada por esta civilización prehispánica, quienes solían utilizarla en la confección de la ropa de los nobles.
La dieta de la vizcacha consiste en hierbas, semillas y algunos vegetales duros que pueda hallar en las cercanías de sus madrigueras; donde viven en grandes colonias, compuestas por 80 o más ejemplares, divididos en varias familias.
Este estilo de vida en comunidad les permite percibir rápidamente la presencia de depredadores, puesto que, si alguna de las vizcachas se siente amenazada, emitirá un sonido característico para alertar al resto de la manada, antes de saltar y ponerse a resguardo.
Su etapa de reproducción es de octubre a diciembre y, 120 o 140 días después, nace la cría, totalmente desarrollada, cubierta de pelo y capaz de consumir sólidos desde el primer día.
Existen al menos tres especies de vizcachas conocidas: la vizcacha peruana (Lagidium peruanum), la vizcacha de montaña o vizcacha de sierra (Lagidium viscacia), y la vizcacha común.