por: Yesimar Gerdler
19/02/2019 | 1:30 pm
@HistoriaEnFotos
El Southern Forest World Museum, ubicado en Waycross, Georgia, Estados Unidos, tiene entre su colección una pieza bastante rara. El museo alberga los restos momificados de un perro dentro del tronco de un árbol.
Sin embargo, pese a que la noticia fue difundida el pasado mes de enero, la historia de su hallazgo se remonta a los años 80.
Un equipo de leñadores trabajaba en el corte de árboles; región de Haralson, ubicada en la frontera entre Alabama y Georgia, cuando notaron algo extraño en uno de los troncos.
Un miembro del equipo se llevó el susto de su vida al mirar de frente a un perro momificado, con la boca abierta y las patas traseras congeladas como si estuviera en pleno movimiento.
Según la directora del museo, Holly Beasley, la muerte del animal, bautizado como Stuckie, ocurrió aproximadamente el año 1960.
La teoría apunta a que el can encontró algún animal, probablemente una ardilla en el fondo de un árbol hueco y lo persiguió hasta que quedó atrapado sin posibilidad de escapar.
Los expertos indican que, si Stuckie está bien conservado, es gracias a las condiciones ambientales de este espacio confinado y seco.
Los robles castaño contienen tanino, que se utiliza para broncear las pieles de animales y evitar la descomposición. El tanino es un «desecante» natural o material que absorbe la humedad y seca el entorno.
La posición y la forma del árbol, con el aire soplando hacia arriba también ayudaron a Stuckie a mantenerse como estaba. La ventilación dificultaba que los animales supieran que había un cadáver en el árbol.
Actualmente, los visitantes curiosos pueden observar al perro momia dentro del tronco, cubierto con un cristal, en el Southern Forest World.