¿Por qué perdemos la ilusión en la Navidad cuando crecemos?

Después de que dejamos atrás la niñez muchas personas pierden la ilusión porque lleguen las fiestas navideñas. Esa actitud es conocida como el popular modo Grinch.

Las causas pueden ser muchas, incluyendo el estrés y los gastos económicos que representan, la depresión y nostalgia por el recuerdo de los seres queridos que ya no están o por la situación que atraviesa su entorno familiar.

Lo que si es cierto que conforme crecemos la ilusión de la Navidad se va perdiendo poco a poco. Según la opinión de la psicóloga española, Amparo Calandín, la temporada decembrina está ideada como una época muy familiar, feliz y de armonía, «y la vida a veces no es tan bonita».

«En estas celebraciones es cuando más recordamos a las personas que ya no están, y para muchos es un momento de vacío, de echar de menos, mucho más que en el día a día, cuando no nos paramos tanto a pensarlo (…) Esto también le sucede a quien tiene una familia con quien no es feliz, o que incluso no tiene (…) Para ellos son fechas más de decadencia que de felicidad», indicó.

Calandín añadió que la pérdida de la ilusión en la Navidad suele ocurrir de los 20 años en adelante y se va acentuando conforme nos hacemos mayores.

La especialista explicó que un motivo para entrar en modo Grinch es que las fiestas decembrinas es la mejor oportunidad para reencontrarse con los familiares, motivo que se vuelve tedioso para algunas personas.

«Reunirse con la familia a veces es un problema, porque parece que en Navidad tenemos que ser todos felices, cuando no tenemos por qué encajar (…) Pasar tiempo con gente a la que no nos apetece ver puede generar malestar, desazón, enfado o tristeza», detalló.

En la opinión de Calandín, la Navidad es «una época de cierta hipocresía en la que tenemos que cumplir con un ideal familiar que no en todas las casas existe».

La psicóloga recomienda centrarse en las cosas positivas de las fiestas, aprender a ignorar lo que no nos aporta nada bueno, trabajar en la asertividad y mentalizar que sólo es algo temporal.