por: Redacción
18/12/2017 | 8:10 pm
Imagen referencial - Pixabay
Viajar solo es una experiencia que muchos temen pero que aquellos que lo realizan suelen recomendar, pues conocer otras culturas sin acompañantes suele ser más comprometido en cuanto a los aprendizajes adquiridos.
Recordemos que no se puede prometer que toda la experiencia será agradable, ya que eso no se puede garantizar ni con compañía, pero sí permite vivir una experiencia diferente, donde se puede aprender y crecer mucho.
Estar solo en un lugar desconocido puede abrir oportunidades para descubrir cosas de nosotros mismos que no conocíamos, podrás ver claramente dónde están tus miedos, tu espíritu aventurero, tu zona de confort, etc.
Cambiar tus alrededores automáticamente te da un perspectiva distinta. Creando como un espacio y tiempo ajeno a nuestra vida y abriendo un espacio para reflexionar y vivir experiencias que te hagan crecer y cambiar.
Sin importar lo introvertido que puedas ser, viajar solo te obliga a salir de ti mismo, a no tener miedo de interactuar con otros y estar por tu cuenta.
Viajando sólo te sorprenderá la cantidad de personas que vas a conocer, lugareños o turistas, y hasta podrías crear amistades en otros países.
Esta es la oportunidad de hacer únicamente lo que quieras, cuando quieras y como quieras, pues no tienes a nadie que complacer o seguir.
Este viaje es tuyo y solo tuyo por lo cual tienes la libertad de moldearlo y experimentarlo como quieras. Sin límites, compromisos o alguien que te marque fronteras.
Al viajar solo no tienes nada que te ate a la rutina que estás dejando atrás. Lograrás desconectarte de tus problemas, aunque sea por un tiempo corto. Eres un desconocido, nadie sabe de ti, aprovecha para vivir como quieras.
Viajar solo es una experiencia que da paso a desconectarte momentáneamente de todo. Un tiempo para crecer como persona y hasta encontrarte a ti mismo.
Tus problemas no desaparecerán pero quien sabe, tal vez en tu viaje consigas las respuestas a ellos y sus soluciones.