por: Jonás Rodríguez
21/08/2020 | 9:00 pm
@imperialcollege
Un grupo de investigadores encontró, en el fondo del océano Atlántico, evidencia de un nuevo terremoto capaz de regresar hacia su punto de origen con más potencia.
Este fenómeno nunca había sido registrado y permanecía como algo teórico. El mismo fue nombrado oficialmente como «ruptura de supercizalla que se propaga hacia atrás», sin embargo, para simplificarlo fue apodado «terremoto boomerang».
El evento se detectó en la zona de fractura de Romanche, la cual se encuentra cerca del ecuador y recorre aproximadamnte 900 kilómetros entre las placas tectónicas de Sudamérica y África. En este lugar, en el 2016, los especialistas registraron un terremoto de magnitud 7,1, al cual le hicieron seguimiento.
Los datos revelaron que la ruptura se extendió hacia arriba y hacia el este en la dirección de un punto débil donde la zona fracturada coincide con la Cordillera del Atlántico Medio.
Seguidamente, se produjo una retropropagación con dirección al oeste, regresando los temblores al centro de la falla con velocidades de hasta seis kilómetros por segundo.
«Mientras los científicos sabíamos que este mecanismo de retropropagación era posible en los modelos teóricos, nuestro nuevo estudio provee la evidencia más clara de que este enigmático mecanismo ha ocurrido en una falla real», expresó el sismólogo y autor principal de proyecto, Stephen Hicks.
Según la teoría de los expertos, este hecho ocurrió debido a que la primera y más profunda fase del fenómeno liberó energía suficiente para iniciar la reversión de la fractura en el terreno menos profundo del oeste.
Además, los especialistas sostienen que este evento puede ocurrir en la superficie terrestre, por lo cual es muy importante estudiar mejor este tipo de terremotos para afrontar los riesgos o amenazas que estos puedan generar.
«Entender los terremotos boomerang puede ser útil para la construcción de infraestructuras críticas como hospitales o plantas nucleares, y para el diseño de planes de evacuación», explicó el geólogo, Daniel Melnick.