por: Josmeily Yzquiel
28/11/2022 | 5:00 pm
El ciudadano
Un grupo de espeleólogos encontraron zapatos de cuero, pipas de arcilla, un botón de metal de una chaqueta y maquinaria minera, en una mina de cobalto de 200 años de antigüedad en el noroeste de Inglaterra.
Ubicada en el condado de Cheshire, cerca de Manchester, dicha mina no había sido transitada desde su abandono por parte de los mineros durante las guerras napoleónicas.
En este sentido, los expertos la describieron como “cápsula del tiempo”, ya que en su interior se hallaron objetos personales y equipos de los trabajadores de la época.
Asimismo, National Trust, una organización británica fundada con la intención de conservar los monumentos y lugares de interés colectivo, supuso que el yacimiento fue propiedad de Sir John Thomas Stanley a principios del siglo XIX, y abandonado alrededor de 1810.
Stanley fue un terrateniente y científico aficionado británico que sirvió en la Corte Real como caballero de la cámara privada del Rey Jorge III.
Respecto al hallazgo, el mismo fue realizado en otoño de 2021 por investigadores del club de espeleología de Derbyshire, que han investigado el lugar desde la década de 1970.
Además de los objetos mencionados anteriormente, también encontraron un cuenco de arcilla enterrado en la pared, que supuestamente fue una ofrenda de los mineros en agradecimiento por la buena calidad del mineral.
El integrante del grupo, Ed Coghlan, manifestó que durante mucho tiempo han explorado y presenciado descubrimientos en minas históricas, pero hasta el momento ninguna como la de este último hallazgo.
“Encontrar una mina en perfectas condiciones, junto con tales objetos personales e inscripciones, es inusual (…) es una ventana convincente al pasado, y al último día en que los trabajadores de la mina cumplieron sus actividades”, indicó.
Otro particular hallazgo fueron las huellas dactilares en la arcilla que usaron anteriormente para sostener velas, así como la huella de la ropa de un minero que se apoyó en la pared.
También ubicaron en esa área del lugar una especie de molinete, el cual utilizaban para mover materiales pesados. A su vez, una misteriosa una inscripción con las iniciales ‘WS’ y la fecha ‘20 de agosto de 1810’, entre otras palabras y números grabadas en las paredes.