por: Elena Velásquez
13/01/2020 | 5:30 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Con diferentes colores, formas, sabores y presentaciones, el chicle es una de las golosinas más consumidas en el mundo, por personas de todas las edades.
Sin embargo, existen muchos datos interesantes entorno a esta pegajosa chuchería, por eso, y en vista que hoy es el Día Mundial de la misma; te presentamos cuatro curiosidades sobre la goma de mascar.
Existe un callejón con paredes recubiertas por esta golosina
En la ciudad de San Luis Obispo, en California, Estados Unidos, se encuentra el «Bubblegum Alley», un callejón cuyas paredes de 21 metros de largo por 4,6 de alto, están recubiertas con miles de gomas de mascar que los visitantes han pegado en ellas durante años.
Aparentemente, la tradición de pegar chicles en este lugar inició a finales de los 50, como parte de un curioso rito de los graduandos de la secundaria local y, aunque luego se limpiaron las paredes en dos ocasiones, la tradición se mantuvo, convirtiendo este callejón en una extraña atracción turística.
Masticarlo disminuye el estrés
Se ha comprobado que masticar chicle ayuda a disminuir los niveles de estrés y relajar el cuerpo, asimismo, mejora la oxigenación del cerebro y mejorar la concentración, por lo que es una buena opción al momento de estudiar.
La bomba de chicle más grande midió 50 centímetros
Entre los récords más curiosos del mundo se encuentra el de la bomba de goma de mascar más grande, que fue impuesto por Chad Fell, el 24 de abril de 2004, al lograr inflar una pompa de 50, 8 centímetros de diámetro.
Su ingesta no conlleva a la muerte
Aunque no es recomendable tragar esta golosina una vez que ha perdido su sabor, no pasará nada si la ingieres por error, puesto que las supuestas características «mortíferas» del chicle, son tan solo falsos mitos y el organismo terminará por expulsarla tras la digestión.