por: María Fernanda Pérez
25/09/2024 | 6:30 pm
Diario Uno
En un hallazgo que ha conmocionado al mundo de la gemología, la empresa canadiense Lucara Diamond Corp ha desenterrado un diamante de 2 mil 492 quilates en su mina de Karowe, ubicada en Botsuana.
Esta gema colosal se posiciona como el segundo diamante más grande jamás encontrado, superando a su predecesor, el Sewelo de mil 758 quilates.
De esta manera, el descubrimiento representa un hito en la historia de la minería de diamantes. La tecnología de rayos X, una herramienta cada vez más crucial en la industria, fue fundamental para localizar esta joya oculta en las profundidades de la tierra.
Botsuana, conocido por sus vastas reservas de diamantes, se consolida aún más como un líder mundial en la producción de esta gema.
Los ingresos generados por este descubrimiento tendrán un impacto significativo en la economía del país. A nivel geológico, el hallazgo reafirma la riqueza mineral de África y la complejidad de los procesos geológicos que dieron origen a estos cristales de carbono.
Es oportuno mencionar que, los diamantes se forman en las profundidades de la Tierra, bajo condiciones de presión y temperatura extremas.
A través de erupciones volcánicas, estos cristales son transportados a la superficie, donde se encuentran incrustados en rocas como la kimberlita. La extracción de diamantes es un proceso complejo que requiere de maquinaria especializada y mano de obra altamente calificada.
Este diamante de proporciones épicas será sometido a un riguroso proceso de evaluación para determinar su calidad y valor. Es probable que sea cortado en varias piedras preciosas de menor tamaño, las cuales serán utilizadas en joyería de alta gama.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que se exhiba como una pieza única en un museo, convirtiéndose en una atracción turística.