por: María Fernanda Pérez
23/04/2025 | 5:00 pm
Foto de 🇸🇮 Janko Ferlič en Unsplash
En un panorama económico desafiante, las librerías de Caracas se erigen como bastiones culturales, resistiendo el cierre que marcó la última década.
En el marco del Día del Libro, a continuación te contaremos sobre algunos de estos espacios emblemáticos que continúan nutriendo el espíritu lector de la ciudad.
En tiempos pasados, Caracas vibraba como un epicentro para la literatura latinoamericana. El Gran Café de Sabana Grande fue testigo de encuentros entre gigantes de las letras como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Julio Cortázar, así como de tertulias de influyentes grupos literarios.
Muchas de estas conversaciones, aunque se desarrollaban en bares y cafés, tenían su génesis en la icónica librería Suma, un templo de peregrinación para intelectuales de toda la región en busca de títulos inhallables en sus países de origen.
Aquella época dorada reflejaba una industria editorial venezolana floreciente y librerías que eran mucho más que simples comercios: eran centros culturales y puntos de encuentro vitales para los amantes de la lectura.
Sin embargo, la Cámara Venezolana del Libro (Cavelibro) revela una drástica reducción del sector, superior al 80% desde 2013. De las 110 librerías afiliadas hace una década, apenas 20 sobrevivían hasta 2023, concentrándose mayormente en el este de Caracas, dejando amplias zonas del país prácticamente desprovistas de estos espacios.
No obstante, aquellas que persisten lo hacen con una tenacidad admirable, como un auténtico acto de resistencia. En una metrópolis donde proliferan restaurantes y tiendas de tecnología, las librerías son valoradas por un nicho de ciudadanos que las apoya y protege, incluso ante la amenaza de una posible nueva recesión económica.
Foto de Jessica Ruscello en Unsplash
Un universo oculto entre páginas antiguas
En la avenida 3 de Las Delicias, en Sabana Grande, La Gran Pulpería del Libro Venezolano sorprende a los transeúntes con una peculiar entrada adornada con ajos y manzanas. Tras su estrecho pasillo, se revela un laberíntico sótano que evoca la magia del realismo literario.
Estanterías repletas de dos millones de ejemplares de segunda mano, algunos incluso del siglo XIX, conviven con botellas vacías y objetos fascinantes.
Rómulo Castellanos, su encargado, relata que esta librería con 42 años de historia, originalmente ubicada en el Pasaje Zingg, encontró en los libros de ocasión su fórmula de supervivencia, independizándose de los altibajos de los distribuidores.
A pesar de los embates de la pandemia, lograron adaptarse y mantener viva la llama de la lectura, incluso entregando libros en bicicleta a sus clientes.
Resistencia Literaria en el Este de la Ciudad
En el este de Caracas, librerías emblemáticas han capeado mejor las crisis. Sopa de Letras, un referente en literatura infantil y juvenil, continúa activa en la Hacienda La Trinidad.
Asimismo, Kalathos, ubicada en el vibrante Centro de Arte Los Galpones, sigue siendo un punto de encuentro cultural donde se realizan presentaciones de libros y conversatorios en su acogedora cafetería.
Junto a El Buscón, situado en el Trasnocho Cultural, son de los pocos espacios donde aún llegan las novedades de las editoriales venezolanas que resisten, así como obras de autores nacionales impresas en el extranjero con tiradas limitadas. El Buscón se ha consolidado como un lugar predilecto para eventos literarios de todo tipo, enriqueciendo su oferta con un destacado catálogo de arte, cine y fotografía.
Renacer entre las páginas
La esperanza también florece en el sector. Libroria, una de las primeras grandes librerías en sucumbir a la crisis en 2012, ha resurgido de sus cenizas. Tras mantenerse activa virtualmente, su fundador, Ignacio Alvarado, inauguró a mediados de 2023 el Museo del Libro Venezolano, dándole un nuevo impulso a Libroria en su sede de la urbanización San Román.
Otro regreso significativo es el de Alejandría, que reabrió sus puertas en un moderno local del centro comercial Líder. Si bien la crisis editorial y la falta de distribuidores aún representan desafíos para actualizar su catálogo, Alejandría trabaja en renovar su oferta, incluyendo importaciones.
En este Día del Libro, las librerías de Caracas no solo celebran la palabra escrita, sino también su propia tenacidad, demostrando que estos santuarios de conocimiento y cultura siguen siendo vitales para el alma de la ciudad.