por: MarÃa Fernanda Pérez
06/05/2025 | 5:00 pm
@haileybieber
Surgida de las redes sociales, la estética «Clean Girl» se ha posicionado como la encarnación del minimalismo moderno: un look que aparenta ser fresco, elegante y, sobre todo, «sin esfuerzo».
Sin embargo, detrás de esa fachada de naturalidad, se esconde una tendencia meticulosamente construida que abarca desde el peinado hasta el estilo de vida, generando tanto admiración como una creciente controversia.
Lo cierto es que el «Clean Girl Aesthetic» se define por una apariencia distinguida de pies a cabeza. La clave reside en la palabra «clean» (limpio), que evoca un minimalismo donde se prescinde de elementos llamativos para centrar la atención en la persona.
En cuanto al cabello, los recogidos pulidos estilo bailarina, con una raya al medio impecable, son clave para esta tendencia. Las colas de caballo tirantes, ya sean altas, bajas o incluso trenzadas, también encajan en este canon. Si se opta por llevar el cabello suelto, la suavidad y el brillo son primordiales, siempre con una raya marcada al medio.
Asimismo, el maquillaje «no makeup» es otro pilar fundamental. Aunque imperceptible, su función es crucial: cubrir imperfecciones y unificar el tono para lograr una piel radiante pero sin brillos. Los labios se muestran hidratados con un sutil efecto «mordido», conseguido a menudo con bálsamo y toques ligeros de color.
El rubor rosado aporta una luminosidad natural, y las cejas, prolijamente perfiladas y peinadas hacia arriba, enmarcan la mirada. Otro aspecto crucial es una rigurosa rutina de skincare, basada en limpieza, tratamientos e hidratación, con sueros antioxidantes y cremas hidratantes como elementos indispensables.
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Camisas blancas, blazers negros oversize, boyfriend jeans y vestidos en tonos neutros son prendas clave. Los adjetivos que mejor describen este estilo son: discreto, atemporal, sobrio, distinguido, moderno y clásico a la vez.
Sin embargo, el «Clean Girl Aesthetic» trasciende la apariencia fÃsica, permeando el estilo de vida de quienes lo adoptan.Se asocia con hábitos como evitar el café matutino y tomar matcha lattes, jugos verdes y smoothies.
El orden, despertarse temprano, practicar yoga y una alimentación saludable también se consideran propios de este «estereotipo.»
Es en este punto donde la tendencia comienza a generar controversia. Una de las crÃticas más fuertes es su carácter clasista. ¿Quién puede mantener una apariencia tan impoluta e intacta después de una jornada laboral, viajes en transporte público o el cuidado de niños? Lo cierto es que lograr este look, además, implica una inversión considerable.
Otro aspecto preocupante es la acusación de racismo y gordofobia. Una búsqueda rápida del hashtag revela una predominancia de cuerpos esbeltos y mujeres blancas. Si bien existen algunas figuras que rompen esta norma, son excepciones.
Finalmente, se señala una cuestión de edad, ya que esta estética parece exaltar la juventud como un valor deseable, transmitiendo el peligroso mensaje de que envejecer no es bello ni valioso.