por: Edgar Pilca
15/09/2025 | 6:30 pm
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Un día lleno de tensión no solo afecta nuestro descanso, sino que, según un reciente estudio, también puede robarle el sueño a los perros.
Al igual que los humanos, los caninos que atraviesan experiencias difíciles podrían ver alterado su patrón de sueño, lo que plantea serias dudas sobre su bienestar a largo plazo.
Investigadores húngaros, tras registrar las ondas cerebrales de 16 perros de diversas razas, incluyendo golden retrievers y pastores, descubrieron una conexión directa entre el estrés y la calidad del sueño.
La prueba fue simple: a un grupo se le ofreció una experiencia positiva —seis minutos de juego con sus dueños—, mientras que el otro fue sometido a una situación estresante, donde un extraño los miraba fijamente de manera amenazante.
El resultado fue sorprendente. Los perros que habían pasado por el mal rato se durmieron en tan solo diez minutos, el doble de rápido que sus compañeros que habían jugado.
La Dra. Anna Kis, autora principal del estudio, sugiere que este rápido adormecimiento podría ser una estrategia de escape para los animales.
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Un sueño menos profundo y reparador
Sin embargo, aunque los perros estresados se durmieron antes, su sueño no fue reparador. Durante una siesta de más de tres horas, pasaron hasta 20 minutos menos en la etapa de sueño profundo que aquellos que habían tenido una experiencia positiva.
El estudio señala que, tras un día difícil, los perros apenas alcanzaron entre 40 y 50 minutos de sueño profundo, frente a la hora que disfrutaron los otros.
La falta de este tipo de descanso puede tener consecuencias graves. La Dra. Kis advierte que, si bien una noche aislada no es un problema, la privación crónica de sueño podría afectar la consolidación de la memoria y la capacidad de los perros para gestionar sus emociones, lo que podría derivar en comportamientos agresivos o en un menor rendimiento en perros de trabajo.
Consecuencias a largo plazo
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the Royal Society B, destaca la importancia de estos hallazgos para los perros sometidos a situaciones estresantes, como la estancia en una perrera o la participación en competiciones de agilidad.
Gudrun Ravetz, vicepresidenta de la Asociación Veterinaria Británica, aunque cautelosa al tratarse de un estudio pequeño, subraya que la investigación refuerza la idea de que las interacciones positivas son vitales para la salud y el bienestar de las mascotas.
Sabemos que el entrenamiento siempre debe ser positivo y basado en recompensas», señaló, destacando que las buenas experiencias son la clave para un perro feliz y bien descansado.