por: Yorman Sarmiento
20/05/2023 | 4:00 pm
El País
De acuerdo con información aportada por el Instituto Leibniz para la Ciencia de la Evolución y la Biodiversidad de Alemania, un estudio paleobotánico que realizaron varias instituciones alemanas y austriacas, pudo identificar a la flor fosilizada más grande conservada en ámbar, la cual pertenecía a una especie diferente a la descrita hace 150 años.
Según los investigadores, hacia el año 1872 se pudo examinar por primera vez el espécimen de ámbar báltico, el cual se catalogó como X4088 que provenía de las minas de la península de Samland, en la ciudad de Kaliningrado.
Para entonces, los expertos determinaron que los restos pertenecían a la especie “Stewartia kowalewskii”, la cual es un género de la familia de la planta del té, posteriormente y tras más de un siglo en el olvido, las investigadoras Eva-Maria Sadowski y Christa-Charlotte Hofmann procedieron al análisis del material que estaba preservado.
La nueva investigación permitió extraer el polen liberado por los estambres de la flor que estaba fosilizada en cinco pétalos. En este sentido, Sadowski destacó que “es muy excepcional encontrar una flor tan grande en ámbar, con los estambres en el punto perfecto de estar abiertos para liberar su polen mientras la flor estaba retenida por la resina”.
Los análisis permitieron que las autoras del estudio pudieran conocer que la inclusión floral poseía pequeños árboles y arbustos de hojas perenne que se dan en Asia y que pertenecen a la familia de los “Symplocaceae”.
De igual manera, se pudo saber que el clima en Europa es más cálido, mientras que las lluvias se generaban de manera común hace unos 34 o 38 millones de años, periodo conocido como Eoceno tardío, asimismo, se pudo comprender la transformación generada en el continente europeo con el trascurrir de los años.