por: Elena Velásquez
13/03/2022 | 1:00 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Investigadores de tres universidades estadounidenses concluyeron que los antiguos métodos de estudio y reconstrucción del megalodón son inexactos y, por tanto, no existen indicios de la forma corporal de este tiburón prehistórico.
Tras un estudio exhaustivo, paleontólogos de la Universidad de California en Riverside, la Universidad DePaul y el Museo de Historia Natural Sternberg de la Universidad Estatal de Fort Hays (Estados Unidos), concluyeron que la opinión de que la sangre de este animal era parcialmente caliente, no es suficiente para revelar la forma de su cuerpo.
En este sentido, los investigadores resaltaron que, a diferencia de lo que se creyó anteriormente, el análisis geométrico bidimensional utilizado para diferenciar la forma de las especies modernas endotérmicas (de sangre caliente), de las especies modernas ectotérmicas (de sangre fría); no es exacto.
Ante esta situación, los científicos afirmaron que la apariencia corporal del megalodón solo puede «presumirse» con base en el registro fósil moderno, pero no se cuentan con los medios necesarios para apoyar o refutar las formas corpóreas de este animal.
«Cualquier discusión significativa sobre la forma del cuerpo del O. megalodon requerirá el descubrimiento de al menos un esqueleto completo o casi completo de la especie», afirmó el coautor del estudio, Jake Wood.
De acuerdo a los registros históricos, el extinto «Otodus megalodon», que sería el tiburón más grande que jamás ha habitado el planeta; vivió hace aproximadamente entre 15 y 3,6 millones de años, alimentándose de ballenas y otros mamíferos marinos de la época.