por: Jonás Rodríguez
26/07/2021 | 7:00 pm
Pixabay
Un estudio elaborado por un grupo de expertos canadienses reveló que la población maya en la ciudad de Itzán (Guatemala) sufrió variaciones a lo largo de los años debido al cambio climático.
Según los expertos, estos datos muestran que los principales factores que ocasionaron estas alteraciones de población fueron los períodos de sequía prolongados y los lapsos muy húmedos.
Para llegar a estas conclusiones, los expertos de la Universidad de McGill (Canadá) usaron una técnica innovadora que involucra observar estanoles (moléculas orgánicas que se encuentran en la materia fecal humana y animal) que se encontraron en el área.
Con este análisis, los investigadores han encontrado pistas relacionadas a los cambios en la población, los cuales pueden respaldarse con otros registros históricos.
Dichos datos se cotejaron con los informes climáticos históricos y con otros descubrimientos anteriores. Tras la comparación, los estudiados hallaron varias correlaciones entre toda la información.
«Esta investigación debería ayudar a los arqueólogos al proporcionar una nueva herramienta para observar alteraciones que podrían no verse en la evidencia arqueológica, porque es posible que la evidencia nunca haya existido o que desde entonces se haya perdido o destruido», explicó el coautor del trabajo, Benjamin Keenan.
De acuerdo a lo detallado por los especialistas, este estudio logró identificar los principales cambios de la población maya en el área durante un período que comenzó 3 mil años antes de nuestra era. Además, también sirvió para detectar modificaciones en los patrones de asentamiento que tuvieron lugar a lo largo los años.
Los datos indican que la población maya en el área disminuyó debido a la sequía en tres períodos diferentes: entre el 90 y el 280 d.C.; entre el 730 y el 900 d.C.; y durante el 1350 y 950 a.C. Asimismo, decreció, debido a la humedad, entre el 400 y el 210 a.C.
Finalmente, el trabajo develó que el territorio explorado había sido colonizado unos 650 años antes de lo que se creía en base a la evidencia arqueológica.