por: Elena Velásquez
03/05/2025 | 3:00 pm
Foto de Sam Lion en Pexels
Según diversos estudios de psicología social, los colores de la ropa influyen en cómo percibimos a los demás y cómo somos percibidos.
De acuerdo a las investigaciones, la colorimetría de las prendas de vestir «tienen un impacto significativo» en la forma en la que se relaciona la especie humana, llegando al punto de «influir en juicios sobre nuestra personalidad, estatus, confianza, accesibilidad y más».
Partiendo de esto, los expertos plantean que la ropa con tonalidades entre azules y negras se asocian, principalmente, a la confianza y la autoridad, así como al liderazgo y al profesionalismo.
Justamente, se describe que las personas que visten estas tonalidades para presentarse en reuniones y entrevistas proyectan «más seriedad y competencia» en comparación con el resto.
Por otro lado, la vestimenta roja suele ser asociada con el dominio y la energía, por lo que al llevar prendas de esta gama de tonos se da una imagen de poder, competitividad e incluso competitividad.
Para finalizar, también se ha planteado que el blanco brinda una impresión de «transparencia y limpieza», mientras que los colores brillantes como el verde y el amarillo son asociados con «la cercanía y la originalidad».