por: Elena Velásquez
17/02/2025 | 6:30 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Según expertos, el 85% de la población mundial no puede ver las estrellas debido a la contaminación lumÃnica.
De acuerdo a los especialistas, el número de luces que existe en el planeta, principalmente en las grandes ciudades, dificulta tanto la observación de los cielos nocturnos al de considerarse un grave problema ambiental que, además, «tiene graves consecuencias en los ecosistemas, la salud y la observación astronómica».
A propósito de esto, la impulsora de la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de AstrofÃsica de AndalucÃa (IAA-CSIC), Alicia Pelegrina, señala que, pese a que se suele asociar la iluminación con «progreso, modernidad y belleza» es imperativo entender que «la luz artificial durante la noche es también un agente contaminante y origina un problema ambiental con importantes consecuencias».
En este sentido, destaca que la contaminación lumÃnica puede clasificarse en varios grupos: «intrusión lumÃnica», que se refiere al momento en que la luz invade áreas que deberÃan mantenerse oscuras; «deslumbramientos», que se producen «cuando las luces mal orientadas van directamente a nuestros ojos»; y el «brillo artificial o skyglow», que » el resultado del comportamiento de la luz en la atmósfera».
Justamente, este último tipo es el que provoca que la mayorÃa de las estrellas no sean observables desde la Tierra, puesto que «os fotones de luz se comportan como la bola de una máquina de pinball, chocan contra todas las partÃculas atmosféricas y al interaccionar con ellas invaden toda la masa de aire de la atmósfera».
En vista de ello, Pelegrina señala que es necesario combatir la contaminación lumÃnica porque «ningún otro contaminante tiene esa capacidad de dispersión»; por ello, destaca que el primer paso que se debe dar en el combate de esto es «empezar a comprender que la luz artificial es un agente contaminante».
«Las administraciones deben primar las lámparas LED anaranjadas por encima de las luces incandescentes o de luz blanca, y conseguir un alumbrado público más racional con lámparas que iluminen hacia el suelo o se enciendan con sensores de movimiento( …) y, por qué no, pensar si realmente es necesario iluminar un monumento o un cartel publicitario a las 2 de la madrugada», dijo al respecto.