por: Edgar Pilca
25/01/2024 | 5:30 pm
El Universal
El turismo en la Antártida creció de forma exponencial en las últimas décadas. Sin embargo, este aumento provocó una serie de problemas ambientales que amenazan el frágil ecosistema del continente helado.
«Ahora estamos viendo que es urgente gestionar adecuadamente esta industria y su efecto en un medio ambiente muy frágil y que está cambiando rápidamente», alertó Claire Christian, directora ejecutiva de la Coalición Antártica y del Océano Austral.
Uno de los principales problemas es el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero de los cruceros turísticos. Otro problema es la contaminación marina, pues los barcos turísticos generan residuos, como aguas residuales y basura, que pueden contaminar las aguas de la Antártida.
Además, el turismo también puede perturbar la vida silvestre. Los animales que allí habitan pueden verse asustados o estresados por la presencia de humanos, lo que puede afectar su comportamiento y reproducción.
Es por ello que algunos expertos sostienen que el turismo puede ayudar a generar conciencia sobre la importancia de proteger el continente helado, mientras que otros creen que los daños ambientales son demasiado graves.
«Creemos que las expediciones en barcos pequeños son el camino a seguir, con un menor número de pasajeros, lideradas por expertos y operando con el máximo respeto al medio ambiente», consideró Hayley Peacock-Gower, directora de marketing de la empresa turística Aurora Expeditions.
La Antártida es un ecosistema único y frágil, es por eso que varias organizaciones hacen un llamado a la empresas turísticas a que trabajen juntos para minimizar el impacto de estas actividades en el medio ambiente.