por: Yorman Sarmiento
05/11/2024 | 6:30 pm
EFE- Fernando Alvarado
Luego de un meticuloso trabaja de restauración, el Museo Arqueológico Nacional (MAN), en Madrid, presentó un ataúd egipcio de 3.000 años de antigüedad, el cual perteneció a una “amada” de Amón, el rey de los dioses en el antiguo Egipto.
Tras siete meses de trabajos, se pudo recuperar la legibilidad y la potencia de la estética; es el resultado “de su rica decoración, por ser una pieza tan bonita, que te da un poco de síndrome de Stendhal”, dijo el responsable de la restauración, Ignacio D’Olhaberriague.
A lo largo de varios años, se creyó que el sarcófago era de Ruru, sacerdotisa y cantaora de Amón, sin embargo, la limpieza y restauración sacó a la luz una referencia a su verdadera dueña.
Cabe destacar que la pieza se halló en 1891 en un lugar secreto de Bab el-Gasus, el cual poseía las momias de sacerdotes y sacerdotisas del templo de Amón en Tebas (Luxor).
Entre tanto, el Gobierno decidió donar la pieza al Estado en 1893 e ingresó al Museo en 1895, pero se expuso por primera vez en las salas del museo en 1905, desde entonces, ha permanecido custodiado en los almacenes.
El ataúd fue elaborado de sicomoro y mide dos metros de largo, 86 centímetros de alto y consta de una caja cubierta superior, que tiene una rica decoración pictórica.