por: Jonás Rodríguez
17/08/2020 | 9:00 pm
@MysteryPlanet
Los restos fósiles de un armadillo con aproximadamente 700 mil años de antiguedad fueron encontrados en la localidad de Vuelta de Obligado, en Buenos Aires, Argentina.
Los especialistas destacaron que las piezas de este animal estuvieron bajo tierra durante el desarrollo de una batalla librada en el sitio hace 175 años.
«Hoy sabemos que los restos fósiles de este animal fueron pasados literalmente por encima en la famosa batalla que se dio en Vuelta de Obligado el 20 de noviembre de 1845», destacó el director del Museo Paleontológico de San Pedro, José Luis Aguilar.
Cabe destacar que esta lucha enfrentó al ejército argentino, comandado por el general Lucio Mansilla, y a tropas anglo-francesas que deseaban remontar el río Paraná.
En relación a esta curiosidad, Aguilar afirmó que este hallazgo no es común, puesto que no existen registros de un descubrimiento paleontológico en un sitio donde se efectuara una batalla histórica.
Este animal, llamado «Eutatus pascuali», vivió entre los 2,5 millones de años hasta los 500 mil años antes del presente. Hasta la fecha, ya existían una veintena de ejemplares de esta especie en Argentina, la mayoría de ellos en la provincia de Buenos Aires.
Este armadillo presentaba la particularidad de poseer toda la parte anterior de la coraza articulada, contrariando las tres o nueve bandas que tiene las especies de este animal hoy en día.
«Dos terceras partes de su coraza era articulada, así que suponemos que tenía una coraza bastante móvil, si bien la parte posterior era una coraza rígida como tienen muchos otros armadillos», expresó el investigador especialista, Luciano Brambilla.
Además, se cree que este animal, a diferencia de los ejemplares actuales, era herbívoro.
«Se habría alimentado de hojas, tallos y también de algunas gramíneas, bulbos o algunas raíces», añadió Brambilla.
En cuanto a la razón de la extinción de este armadillo, Aguilar argumentó que hace 700 mil años, en esta zona «había amplias pasturas y llanuras, aunque, en las zonas cercanas al río, había sitios anegables, con barro, y, a veces, estas especies y otras más grandes quedaban atrapadas en esos sedimentos blandos cuando se acercaban a beber agua o a comer pastos verdes».