por: Edgar Pilca
17/07/2025 | 6:30 pm
Pexels-Imagen Referencial
El matcha, ese vibrante té verde finamente molido que ha conquistado paladares y redes sociales en todo el mundo, está viviendo su momento de gloria.
Sin embargo, esta creciente popularidad global está generando serios desafíos para sus principales productores en Japón, quienes luchan por satisfacer la disparada demanda.
Tradicionalmente un pilar de la cultura japonesa, el matcha ha trascendido sus orígenes ceremoniales para convertirse en un ingrediente versátil en bebidas, postres y productos de bienestar.
Su color intenso, sabor único y supuestos beneficios para la salud lo han posicionado como una tendencia indiscutible. Pero esta explosión de interés ha puesto una presión sin precedentes sobre las regiones productoras japonesas.
Charlotte May en Pexels
Los agricultores de té en Japón, muchos de ellos con métodos de cultivo tradicionales y limitados por la geografía y la mano de obra, encuentran dificultades para expandir la producción al ritmo que exige el mercado global. La cosecha de matcha requiere condiciones específicas y un procesamiento meticuloso, lo que no permite una rápida adaptación a volúmenes masivos.
Además de los retos internos, el panorama se complica con las tensiones comerciales internacionales. Estas fricciones añaden una capa de incertidumbre, no solo para los productores que buscan exportar, sino también para los consumidores finales que podrían enfrentar precios más altos o una disponibilidad intermitente del producto.
«De los 25 tipos de matcha (propuestos), 21 están agotados (…) Tuve que poner en nuestro sitio web que ya no aceptamos más pedidos», explicó Zach Mangan, de 40 años, fundador de la empresa especializada en té.
La combinación de una demanda imparable y las limitaciones de la oferta, sumadas a la volatilidad del comercio global, dibuja un futuro incierto para el matcha. Mientras su popularidad sigue en ascenso, la industria japonesa se enfrenta al reto de equilibrar la tradición y la calidad con la exigencia de un mercado global que no para de crecer.