por: Edgar Pilca
04/06/2023 | 4:00 pm
NASA
Según los pronósticos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el fenómeno meteorológico de El Niño podría comenzar a nivel mundial entre julio y septiembre de este año. Y su llegada, provocará un aumento en las temperaturas a escala global, olas de calor y otros cambios.
Ante tal predicción, los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la Nasa monitorean y estudian las llamadas ondas Kelvin, que les permiten predecir con mayor exactitud y certeza el inicio de un episodio del referido fenómeno.
Según la Nasa, las ondas son conocidas como movimiento ondulatorio que crea corrientes, originadas por la unión entre las aguas cálidas de la superficie y el agua más fría de las profundidades. Al ocurrir este evento, los niveles del mar son más altos y temperaturas oceánicas más cálidas.
Por lo tanto, los científicos pueden prever a través de ellas las variaciones de la temperatura de la superficie del mar, el impacto que tendrán en las temperaturas del aire y su relación con el período de precipitaciones.
Es por ello que las ondas Kelvin se consideran como precursoras de El Niño, pues este se caracterizan por un aumento en los niveles del mar y temperaturas más cálidas en el océano.
«Ha habido varios eventos de El Niño históricos en los últimos años (1996-1997, 2015-2016) y en todos se han visto ondas Kelvin antes de que ocurrieran», indicó Josh Willis, investigador de la Nasa.
Mediante imágenes satelitales, los científicos de la Nasa pueden ver la distribución de las temperaturas en el Pacífico y tienen una visión más clara de cómo será el fenómeno.
Para este año, existe un 60% de probabilidades de que ocurra este evento climático entre mayo-julio, aumentará al 70% en junio-agosto y al 80% entre julio y septiembre.