por: Edgar Pilca
14/04/2024 | 5:00 pm
NatGeo
El éxito de la película «Dune» reavivó la fascinación por los paisajes desérticos, pero no es necesario viajar a un planeta lejano para encontrarlos.
Arenas que susurran, imponentes dunas y formaciones rocosas que parecen sacadas de otro mundo. Estos son solo algunos de los elementos que comparten los paisajes desérticos de «Dune» con algunos lugares de la Tierra.
En el corazón del desierto de Wadi Rum en Jordania, se encuentran las imponentes formaciones rocosas que sirvieron de escenario principal para la película. Sus dunas de arenisca roja se extienden hasta donde alcanza la vista, creando un paisaje tan árido como fascinante.
Más al oeste, en el desierto del Sahara en Marruecos, las dunas doradas de Erg Chebbi se alzan como olas congeladas. Este oasis de dunas, junto con sus lagos salados y oasis, transportan al espectador al planeta Arrakis.
Para aquellos que buscan un paisaje más volcánico, Islandia ofrece una alternativa única. Los fiordos y las formaciones rocosas de este país nórdico sirvieron para recrear el planeta Caladan, hogar ancestral de la Casa Atreides.
No hay que olvidar la influencia de España. El desierto de Tabernas en Almería fue escenario de algunas escenas de la película. Sus paisajes áridos y rocosos son un claro ejemplo de la diversidad de los desiertos terrestres.