por: Jonás Rodríguez
18/06/2020 | 3:00 pm
Pixabay / Referencial
Un grupo de paleontólogos descubrió en la formación Jinju, Corea del Sur, una serie de extrañas huellas reptiloides que podrían pertenecer a una especie prehistórica de cocodrilo bípedo.
En un principio los especialistas pensaban que se trataba de un pterosaurio gigante, sin embargo, al estudiar las huellas detalladamente notaron similitud con la impresión del talón y las escamas de un cocodrilo.
«Los dinosaurios y sus descendientes, las aves, caminan en cuclillas y los cocodrilos caminan sobre sus pies dejando claras impresiones del talón, como lo hacen los humanos», explicó el científico de la Universidad Nacional de Educación de Jinju, Kyung Soo Kim.
Según la teoría de los expertos, esta especie ancestral del animal caminaba sobre sus dos patas traseras y medía aproximadamente tres metros.
El estado de conservación de las pisadas permitió descartar que las marcas de las extremidades delanteras del animal desaparecieron con el tiempo.
Asimismo, se pudo confirmar que estas huellas no pertenecían a un dinosaurio ni a un cocodrilo moderno.
«Los cocodrilos típicos crean caminos anchos y, curiosamente, los rastros que encontramos tienen un aspecto muy estrecho, más como un cocodrilo que se balancea sobre una cuerda floja (…) Cuando se combina con la falta de marcas de arrastre de cola, se hizo evidente que estas criaturas se movían de forma bípeda», agregó Kim.
Los científicos relacionaron esta especie con la variación de cocodrilos ancestrales «Batrachopus», documentada en Corea durante la era Jurásica, y la denominaron «Batrachopus Grandis».