por: Yesimar Gerdler
16/03/2019 | 4:00 pm
Pixabay
Los caracoles son criaturas que se caracterizan por sus lentos y silenciosos movimientos. Tal vez por eso muchas personas los encuentran aburridos.
Sin embargo, estos animales tienen características muy interesantes y curiosas. Empecemos por su nombre, Caracol es el nombre común de los moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral.
Hay caracoles marinos (a veces llamados caracolas), de agua dulce y terrestres. Se desplazan con lentitud por medio de una serie de contracciones musculares ondulatorias que recorren la cara inferior del pie.
Cuando se retraen en su concha, segregan un tipo especial de mucosidad para cubrir la entrada que al solidificarse forma una estructura llamada opérculo.
En invierno o en estaciones secas, muchas especies terrestres o de agua dulce hibernan en su concha sellándose con el opérculo, que les sirve de protección y que se destruye en la primavera o cuando el entorno se hace más húmedo. Algunas especies se reúnen e hibernan en grupos mientras que otras se entierran antes de la hibernación.
El caracol de tierra más grande es el caracol gigante africano, llamado científicamente Achatina fulica, que puede medir hasta 30 cm; el caracol de manzana gigante (Pomacea maculata) es el más grande de agua dulce, con un tamaño que alcanza los 15 cm de diámetro y más de 600 g de peso. El más grande de todos los caracoles es el Syrinx aruanus, una especie marina que vive en Australia.
Estas simpáticas criaturas que casi siempre pasan desapercibidas tienen muchas otras características interesantes.
Son hermafroditas
Esta es, probablemente, la característica más conocida de los caracoles. Estos moluscos producen tanto espermatozoides como óvulos. Deben acoplarse porque no pueden autofecundarse.
Están equipados de un órgano reproductor masculino y del órgano receptivo correspondiente. Sin embargo, no todas las especies son hermafroditas. Otros, como los caracoles manzana, son hembra o macho.
Pueden copular hasta por siete horas
Los caracoles suelen copular en primavera y otoño en las zonas templadas, mientras el tiempo permanece caliente y húmedo. La cópula se hace generalmente de noche y dura un promedio de entre cuatro y siete horas.
Luego de la fertilización hacen un agujero, enterrando sus huevos algunos centímetros bajo la superficie. Pasados 15 días, estos huevos eclosionan y surgen las caracolitas. Cada puesta consiste en hasta 50 huevos. Son capaces de poner huevos una vez cada mes.
¿Cuánto vive un caracol?
La vida de los caracoles varía de una especie a otra. En su hábitat natural, los caracoles Achatinidae viven alrededor de entre cinco y siete años y los caracoles del género Helix de dos a tres.
Los caracoles manzana acuáticos sólo viven un año aproximadamente. La mayor parte de las muertes son debidas a depredadores o parásitos. En ocasiones, los caracoles han vivido más allá de su vida normal, hasta los 30 años o más.
No mudan de concha
Contrario a lo que muchos piensas, los caracoles no mudan de concha como lo hacen otros animales. Cuando crecen, también lo hace su concha.
Un caracol cerrará una sección de su concha y añadirá una nueva cámara al crecer, cada cámara será más grande que la anterior por un factor constante. Como resultado, la concha formará una espiral logarítmica. En algún momento, el caracol construye un reborde alrededor de la abertura de la concha, deja de crecer, y comienza a reproducirse.
Velocidades de infarto
La velocidad media de los caracoles es de 1,3-2 centímetros por segundo. Es decir, si se moviera sin parar, tardaría una semana en hacer un kilómetro.
Los caracoles de jardín son los más rápidos de todas las especies de caracoles y se pueden mover alrededor de 55 metros por hora. Si bien no se mueven rápido, lo hacen a un ritmo constante. Se cree que son una de las criaturas más lentas en la Tierra.
Cuando los caracoles se mueven dejan tras de sí baba. Esta baba es una poderosa forma de succión para ellos, y son capaces de moverse aún, hacia abajo, alrededor de las esquinas, y en otras situaciones raras.
No tienen dientes
Los caracoles no pueden morder su comida por carecen de dientes, en cambio, poseen en la boca una estructura llamada rádula, con miles de dentículos que les sirven para raspar el moho de las rocas.
La mayoría de las especies son vegetarianas, esto significa que su alimentación se basa en plantas, frutas o verduras. Sin embargo, algunos han desarrollado instintos carroñeros.
Utilizan su sentido del olfato para conseguir los alimentos con mayor cantidad de calcio, que necesitan para su concha.
No son amigos del sol
Los caracoles son animales nocturnos, lo que significa que la mayoría de sus movimientos se producen por la noche. No les gusta el brillo de la luz solar, por lo que se los va a encontrar más frecuentemente en los días nublados.