por: Inés Reyes
13/07/2017 | 2:31 pm
AP
El ex-presidente y el ex-tesorero de un hospital pediátrico en el Vaticano fueron acusados de malversar fondos del servicio de recaudación de dinero de la institución y usarlos para remozar el apartamento de un encumbrado cardenal.
Según el expediente, el proceso judicial contra Giuseppe Profiti y Massimo Spina comenzará el próximo 18 de julio.
Los dos ex-funcionarios del Hospital Pediátrico Bambino Gesu (Niño Jesús) son acusados de desviar 422.000 euros (481.000 dólares) de la fundación caritativa del hospital a fin de pagar para las renovaciones del apartamento del cardenal Tarcisio Bertone a partir del 2013, cuando se retiró tras fungir como secretario de estado del Vaticano.
Profiti, cuya gerencia fue examinada sobre deficiencias en la atención médica en el hospital, admitió los pagos y aseveró que fue una inversión para que la fundación usara el apartamento en eventos de recaudación.
Bertone, quien designó a Profiti como Presidente del hospital en el 2008, negó tener conocimiento alguno de los pagos y dijo que él pagó por la remodelación de su propio bolsillo.
Asimismo, indicó que «la empresa constructora recibió doble pago por el mismo trabajo (…) Bertone no fue encausado; no queda claro cuál será el proceso contra la empresa constructora».
Profiti renunció como Presidente del Bambino Gesu en enero del 2015, nueve meses después de haber iniciado un nuevo período de tres años.
De acuerdo a la investigación, una comisión secreta nombrada por el Vaticano halló en el 2014 que la misión del hospital pediátrico se había “desviado” y hoy en día le da más prioridad a las ganancias financieras que a la salud de los niños.
El estudio reveló que la salud de los niños con frecuencia era sacrificada en aras de la ampliación del hospital y los recortes de gastos. Cundían el hacinamiento y las deficientes medidas de higiene, lo que llevó a infecciones como un brote viral que duró 21 meses y que llevó a la muerte de ocho menores en la sala oncológica.
El hospital rechazó las informaciones contenidas negando tener esos problemas. El actual secretario de estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, reconoció que el hospital ha tenido problemas pero asegura que la administración actual está trabajando para resolverlos.
Mientras la comisión del Vaticano hacía sus averiguaciones, una auditoría externa ordenada por la Santa Sede halló que la misión del centro médico “se ha modificado en los últimos años” para orientarse hacia la expansión y las actividades comerciales, sin suficiente control.
La auditoría y los detalles de los pagos realizados para las renovaciones en el apartamento del cardenal Bertone surgieron por primera vez en el libro “Avaricia”, del periodista investigativo italiano Emiliano Fittipaldi, publicado en el 2015.