por: Yesimar Gerdler
04/05/2018 | 7:03 pm
Pixabay
El reloj inteligente de Apple, llamado Apple Watch, salvó la vida de un hombre al detectar una súbita subida en las pulsaciones, causada por una úlcera perforada que estuvo a punto de costarle la vida.
El estadounidense William Monzidelis, de 32 años, se encontraba en su puesto de trabajo cuando empezó a sentir mareos, momento en el que decidió ir al baño para ver si se ponía mejor.
Sin embargo, comenzó a sangrar por la boca. Acto seguido, el reloj inteligente comenzó a enviarle alertas que le advertían que su ritmo cardíaco estaba en un nivel alarmante, por lo que necesitaba asistencia sanitaria.
En ese momento, Monzidelis avisó a su madre y se dirigieron al hospital. En el trayecto, el hombre empezó a sangrar mucho más, hasta el punto de perder el 80% de toda su sangre antes de llegar al centro de salud.
Cuando llegó al hospital, los médicos detectaron que el joven tenía una úlcera perforada. Por esa misma razón, optaron por hacerle varias transfusiones y operarle de urgencia para salvar su vida.
Tras la cirugía, los médicos que le atendieron explicaron que el aviso del reloj fue determinante para salvar la vida del joven, quien reconoce que se hubiera quedado trabajando en la oficina de no ser por la alerta del Apple Watch.
¿Cómo funciona el Apple Watch?
El Apple Watch tiene en sus versiones más modernas dos modos de monitorear las pulsaciones del usuario:
Según un estudio realizado por la Universidad de California en más de 6.000 pacientes, el reloj inteligente es capaz de detectar arritmias cardíacas con una exactitud del 97%.
Apple ha promocionado en varias ocasiones que el reloj está preparado para detectar a tiempo cualquier cambio extraño en las pulsaciones del usuario, momento en el cual se le avisa para que tome las medidas pertinentes.
Sin embargo, esta no es la primera vez que un Apple Watch ayuda en el diagnóstico precoz de un paciente de EEUU.
El pasado abril, una joven de 18 años recibió un aviso de su reloj indicando que sus pulsaciones en reposo eran muy altas y que necesitaba asistencia médica urgente.
En el hospital, se le diagonsticó una enfermedad crónica renal que hasta ese momento no había sido detectada y que no había presentado ningún síntoma previo.