por: Rosana Venturini
17/10/2022 | 8:00 am
Pixabay
Según la investigación de un equipo de científicos publicada en la revista Current Biology, el almacenamiento de sustancias tóxicas en la corteza prefrontal cuando el cerebro se ve sometido a un trabajo intenso, es responsable del agotamiento físico que produce realizar un duro trabajo mental.
El investigador de la Universidad Pitié-Salpêtrière en París, Mathias Pessiglione, comentó que estos hallazgos «muestran que el trabajo cognitivo da como resultado una verdadera alteración funcional, la acumulación de sustancias nocivas».
«La fatiga es una especie de ilusión inventada por el cerebro para que dejemos de hacer lo que estemos haciendo y pasemos a una actividad más gratificante (…) Es una señal que nos hace dejar de trabajar (…) Para preservar la integridad del funcionamiento del cerebro», afirmó.
Esta es la razón científica de por qué no solo el duro trabajo físico agota, sino que sentarse a pensar mucho durante horas también hace que el cuerpo se sienta cansado.
Los científicos querían entender qué es realmente la fatiga mental, ante sus sospechas de que la razón tenía que ver con la necesidad de reciclar sustancias potencialmente tóxicas que surgen de la actividad neuronal.
Para sus investigaciones, utilizaron espectroscopía de resonancia magnética (MRS) para monitorear la química cerebral en el transcurso de un día laboral y seleccionaron dos grupos de personas: los que necesitaban pensar mucho y los que tenían tareas cognitivas relativamente más sencillas.
Como resultado de la investigación, en el grupo que realizaba un trabajo mental duro, vieron signos de fatiga, incluida una menor dilatación de las pupilas.
También evidenciaron que los participantes elegían cambiar hacia acciones que proponían recompensas en poco tiempo y con poco esfuerzo.