por: María Fernanda Pérez
24/06/2025 | 6:30 pm
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El ayuno intermitente, un patrón alimentario que alterna períodos de ingesta con períodos de ayuno, se ha popularizado como una estrategia para la pérdida de peso y la mejora de la salud metabólica.
Sin embargo, una creciente preocupación entre los especialistas de la salud, respaldada por nuevas investigaciones, pone en tela de juicio la seguridad a largo plazo de esta práctica, alertando sobre posibles peligros que podría esconder.
Un estudio que enciende las alarmas cardíacas
Un reciente estudio presentado por la Asociación Americana del Corazón ha generado una importante alerta.
La investigación, que incluyó a más de 20 mil adultos, reveló que aquellos que seguían un horario de alimentación restringido a ocho horas al día presentaban un riesgo significativamente mayor (un 91% más) de morir a causa de una enfermedad cardiovascular.
Este hallazgo contradice la percepción generalizada de que el ayuno intermitente es una estrategia saludable para todos.
De esta forma, la preocupación de los cardiólogos se extiende también a la población con enfermedades cardiovasculares preexistentes.
El estudio indicó que estas personas, al limitar su ingesta de alimentos a un período de entre ocho y diez horas diarias, experimentaban un riesgo 66% mayor de fallecer por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.
Esta información subraya la importancia crítica de la supervisión médica para individuos con condiciones de salud preexistentes que estén considerando el ayuno intermitente.
Tipos de ayuno intermitente
Existen diversas modalidades de ayuno intermitente que han ganado popularidad:
La importancia de la consulta médica
Ante la creciente evidencia y las advertencias de los expertos, es fundamental recalcar la importancia de consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier régimen de ayuno intermitente.
La evaluación individual de los riesgos y beneficios, así como la determinación de si esta práctica es adecuada para cada persona, son pasos imprescindibles para salvaguardar la salud y evitar posibles complicaciones.
La promesa de beneficios del ayuno intermitente debe ser sopesada cuidadosamente frente a los riesgos potenciales, especialmente en poblaciones vulnerables.