por: Yesimar Gerdler
24/08/2019 | 5:00 pm
Pixabay
La lactancia materna es una solución universal milagrosa, de gran impacto y muy rentable para salvar las vidas de los bebés pero que, pese a todos sus beneficios, no ha recibido toda la importancia que merece a nivel mundial.
Se calcula que la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses puede evitar 1,3 millones de muertes de niños de menores de cinco años anualmente.
Los recién nacidos y los niños pequeños reciben beneficios esenciales lactando, aún en situaciones especiales como puede ser catástrofes climáticas o bebés prematuros.
Esto se debe a que esta es la única leche con proteínas humanas, las cuáles son más fáciles de digerir que los preparados artificiales (leches de fórmula), algo especialmente importante en bebés prematuros porque tienen una digestión más lenta que otro bebé.
Además, la lactancia materna facilita la recuperación del bebé, mientras que con las leches de fórmula debe tenerse mayor precaución ya que pueden dar alergias, sobrecarga renal, y otras posibles complicaciones.
Otro punto a su favor es que la leche que produce la mamá de un bebé prematuro es un poco diferente, ya que está diseñada para cumplir con las necesidades particulares de su hijo.
La leche prematura es más alta en proteínas y minerales, y contiene diferentes tipos de grasa que puede digerir y absorber con más facilidad, las cuales también ayudan a mejorar el desarrollo del cerebro y tejidos neurológicos del bebé.