por: María Fernanda Pérez
22/02/2024 | 5:30 pm
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Lucas Jemeljanova, un niño belga de 13 años, desafió todas las probabilidades al curarse de un glioma difuso de tronco cerebral, uno de los tipos de cáncer cerebral pediátrico más mortales.
Su caso, considerado único en la historia médica, ofrece un rayo de esperanza a las familias que enfrentan esta devastadora enfermedad.
A los seis años, Lucas fue diagnosticado con este tumor agresivo que, en la mayoría de los casos, tiene un pronóstico desalentador. La supervivencia media para este tipo de cáncer es de solo 9 a 18 meses.
Un tratamiento experimental
Los médicos de Lucas, buscando opciones más allá de las terapias tradicionales, decidieron probar un tratamiento experimental con un medicamento llamado DfMO, utilizado originalmente para combatir la enfermedad del sueño.
Para sorpresa de todos, el tratamiento tuvo un efecto sorprendente. El tumor, que inicialmente abarcaba una gran parte de su tronco cerebral, se redujo significativamente. Tras varios años de seguimiento, no hay rastro visible del mismo.
El caso ha dado la vuelta al mundo, convirtiéndolo en un símbolo de esperanza para las familias que batallan contra el cáncer cerebral infantil. Su historia demuestra que, incluso en los casos más difíciles, la remisión puede ser posible con el tratamiento adecuado.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el caso de Lucas es único y no hay garantía de que el mismo tratamiento tenga éxito en otros pacientes.
Se necesita más investigación para comprender por qué Lucas respondió tan bien al tratamiento y para desarrollar nuevas estrategias que puedan ofrecer esperanza a otros niños con tumores cerebrales.