por: Jonás Rodríguez
16/12/2020 | 5:00 pm
Pixabay
Un grupo de expertos de la Escuela de Medicina Johns Hopkins (Estados Unidos) identificó, a través de escáneres de resonancia magnética y modelos digitalizados, zonas del cerebro humano que pueden regular los esfuerzos para tratar la fatiga.
Para alcanzar estas conclusiones, los investigadores desarrollaron un mecanismo inédito capaz de cuantificar «objetivamente» la sensación de fatiga.
En este sentido, los especialistas solicitaron a 20 participantes (incluyendo nueve mujeres), de entre 18 y 34 años, que tomaran decisiones basadas en el nivel de esfuerzo necesitado en situaciones específicas.
Los individuos debían apretar un sensor, con una escala de esfuerzo determinada, para registrar el vigor requerido en ciertas actividades (cero era igual a ningún esfuerzo; 50 «unidades» eran iguales a la mitad de fuerza; y 100 equivalían al máximo esfuerzo). Cabe destacar que los implicados fueron previamente entrenados para reconocer dichas escalas.
Los participantes repitieron los ejercicios durante 17 bloques, divididos en 10 intentos cada uno, hasta que se fatigaron. Seguidamente, se les ofreció elegir una de dos opciones para hacer un esfuerzo adicional.
Las opciones se basaban entre elegir voluntariamente ejecutar un nivel de esfuerzo predeterminado o lanzar una moneda que ofrecía la oportunidad de no realizar ningún trabajo o hacer un esfuerzo indeterminado.
En medio de esta elección, los investigadores midieron, con el uso de programas computarizados, cómo se sentían los sujetos en relación a la posibilidad de efectuar sacrifico adicional mientras estaban fatigados.
19 de los 20 participantes decidieron no optar por la opción que suponía un riesgo fortuito, razón por la cual los expertos determinaron que los individuos estaban menos dispuestos a exponerse a realizar un trabajo extenuante.
Por otra parte, el equipo de científicos también estudió, con escáneres de resonancia magnética que rastrean el flujo sanguíneo, la actividad de los participantes durante los ejercicios y detectaron que las neuronas se activan con mayor frecuencia.
Por último, los expertos analizaron los procesos de la corteza motora del cerebro (región encargada de realizar el esfuerzo) y registraron que la zona se desactivó cuando los participantes decidieron entre las dos opciones de esfuerzo, hecho que podría comprobar la teoría de que la región disminuye su actividad cuando se realizan esfuerzos fatigantes de manera seguida.
De acuerdo con los científicos, estos hallazgos podrían promover el desarrollo de estrategias conductuales que colaboren a aumentar el rendimiento físico de personas sanas.