por: MarÃa Fernanda Pérez
26/08/2025 | 7:30 pm
Foto de Ksenia Yakovleva en Unsplash
En un gesto cotidiano para muchos, partir una pastilla por la mitad parece ser la solución perfecta para un comprimido demasiado grande o difÃcil de tragar.
Sin embargo, lo que parece una práctica inofensiva puede convertirse en un riesgo que compromete la efectividad del medicamento y, en algunos casos, nuestra salud.
Según el médico y divulgador español, Fernando Fabiani, esta simple acción puede alterar el diseño de la pastilla y sus mecanismos de acción, con consecuencias inesperadas.
El problema radica en que no todos los medicamentos son iguales, y cada pastilla está cuidadosamente diseñada para cumplir una función especÃfica en el organismo.
Partirla sin conocimiento puede anular sus propiedades más importantes, ya que muchas de ellas tienen un recubrimiento especial.
Esta capa protectora no es solo para el brillo; es una barrera crucial que puede proteger al estómago de irritaciones o asegurar que el principio activo llegue intacto al intestino para su correcta absorción. Romperla, por lo tanto, es como abrir un paraguas bajo techo: su función se pierde completamente.
Esta alteración también puede afectar la forma en que el medicamento se libera en el cuerpo. Algunas tabletas, como las de liberación prolongada, están diseñadas para dosificar su contenido de forma gradual a lo largo del tiempo.
Al dividirlas, el fármaco se libera de golpe, lo que podrÃa provocar una dosis excesiva con efectos secundarios indeseados o, por el contrario, que el efecto terapéutico desaparezca antes de lo previsto. Es un delicado equilibrio que se rompe con un simple corte.
Entonces, ¿cómo podemos saber si una pastilla puede ser partida? La primera señal de que un medicamento está hecho para dividirse es la presencia de una ranura central.
No obstante, Fabiani advierte que esta no es una regla universal, por lo que la mejor guÃa es siempre el prospecto del medicamento.
Además, una pastilla con un recubrimiento brillante, un diseño complejo o la etiqueta de «liberación prolongada» o «acción prolongada» en la caja son claros indicadores de que no deben ser manipuladas.