por: María Fernanda Pérez
22/10/2023 | 7:30 am
Hoy Magazine
La piel es el órgano más grande del cuerpo y tiene diferentes características según la persona. Por eso, es importante saber qué tipo de piel tenemos y cómo cuidarla adecuadamente.
A continuación, te contaremos cómo limpiar y cuidar pieles delicadas, pieles grasas y pieles secas.
Pieles delicadas
Las pieles delicadas son aquellas que se irritan con facilidad, que presentan rojeces, picor, tirantez o alergias. Estas requieren una limpieza suave y productos hipoalergénicos que no contengan alcohol, fragancias, colorantes ni conservantes.
Se recomienda usar un limpiador en crema que no reseque ni altere el pH de la piel. Se debe aplicar con un algodón o con las manos, masajeando suavemente el rostro y evitando frotar o estirar la piel.
Luego, se debe enjuagar con agua tibia o fría y secar con una toalla limpia y suave, dando pequeños toques sin arrastrar.
Pieles grasas
La característica de este tipo de pieles es que producen un exceso de sebo, lo que provoca un aspecto brillante, poros dilatados y tendencia a desarrollar acné. Estas requieren una limpieza profunda y productos que regulen la producción de grasa y prevengan las imperfecciones.
Para limpiarla se recomienda usar un gel o espuma que contenga ingredientes seborreguladores, como ácido salicílico, zinc o hamamelis.
Se debe aplicar sobre el rostro húmedo, haciendo espuma con las manos y masajeando con movimientos circulares. Luego, se debe aclarar con abundante agua tibia o fría y secar con una toalla limpia y suave.
Pieles secas
Estas son las que tienen una falta de hidratación y de lípidos naturales, lo que provoca un aspecto opaco, áspero y escamoso.
En este caso, lo más recomendable es usar un aceite o bálsamo que disuelva el maquillaje y las impurezas sin resecar la piel.
Además, será fundamental hidratar a diario con una crema o manteca que contenga ingredientes nutritivos e hidratantes, como manteca de karité, aceite de argán, ácido hialurónico o ceramidas.