por: Elena Velásquez
14/05/2021 | 11:00 am
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De acuerdo a diversos estudios, el efecto de la nicotina y del monóxido de carbono del cigarrillo sobre el endotelio vascular, favorecen el aumento de la tensión sobre la pared del vaso y la viscosidad de la sangre, al tiempo que disminuye el flujo de oxígeno; condiciones ideales para que se desarrolle la aneurisma cerebral.
Respecto a esto, un estudio de la Academia Americana de Neurología, señala que los fumadores tienen 2,5 veces mayor riesgo de ruptura de aneurisma cerebral en comparación con las personas que nunca han tenido este vicio; mientras que, en el caso de los ex-fumadores, el riesgo se duplica.
Asimismo, la investigación refiere que mientras el consumo de cigarrillos y tabaco sea mayor, el riesgo de padecer esta enfermedad cerebrovascular se incrementa y se mantiene, aunque se cese con el hábito a corto plazo.
Las aneurismas cerebrales son enfermedades endovasculares que se caracterizan por la inflamación de una fracción de un vaso sanguíneo intracraneal, debido a la debilitación de la la pared del vaso, producto de un aumento sostenido de la presión arterial u otras alteraciones hemodinámicas.
Según datos médicos, la rotura de una aneurisma cerebral, suele ser la causa de muerte 40% de los pacientes afectados con esta patología, alcanzando la cifra de 8 a 10 casos por cada 100 mil habitantes.