por: Elena Velásquez
08/01/2024 | 9:30 pm
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Diversas investigaciones médicas han demostrado que las enfermedades infecciosas, así como los procesos inflamatorios, suelen estar fuertemente asociados a deficiencias nutricionales; lo cual confirma que la alimentación influye directamente sobre la respuesta del sistema inmunológico.
Los carbohidratos desempeñan un papel fundamental en las defensas del organismo, debido a su relación directa con la insulina; en este sentido, se ha comprobado que la fibra procedente de hidratos de carbono complejos, como los que se encuentran presentes en vegetales y frutas, contribuyen a reducir los procesos inflamatorios.
Por otra parte, las proteínas aportan aminoácidos al cuerpo para activar la capacidad de respuesta del sistema inmune, favoreciendo la producción de anticuerpos, así como el crecimiento y la reparación celular; mientras que las grasas, específicamente los ácidos grasos omega 3, reducen la presencia de mediadores inflamatorios y mejoran el estado de la flora intestinal.
Asimismo, las vitaminas y los minerales también favorecen la respuesta del sistema inmunológico, así como otras funciones corporales como la regulación del ciclo celular y las rutas metabólicas; por ello, el consumo de alimentos ricos en compuestos como vitaminas A, C, E, B6, B12, hierro, zinc y selenio, disminuye el riesgo de padecer infecciones.
En este sentido, los especialistas médicos recomiendan llevar una dieta balanceada, en la que se incluyan frutas, verduras, vegetales (principalmente los verdes), proteínas animales, cereales integrales, frutos secos, legumbres y pescado azul.