por: Jonás Rodríguez
25/11/2020 | 11:00 am
Pixabay
Científicos israelíes anunciaron que están utilizando un innovador mecanismo que permite realizar alteraciones precisas en el ADN para eliminar células cancerosas en ratones.
Este sistema, denominado Crispr Cas-9, fue desarrollado por las expertas Jennifer Doudna (Estados Unidos) y Emmanuelle Charpentier (Francia), quienes ganaron el Premio Nobel de Química 2020 por esta invención.
En relación a este proceso, los expertos de la Universidad de Tel Aviv aseguraron que el mismo puede ser útil para tratar el cáncer sin generar efectos secundarios.
«Creemos que una célula cancerosa tratada de esta manera nunca volverá a activarse (…) Esta tecnología puede extender la esperanza de vida de los pacientes con cáncer y esperamos, algún día, curar la enfermedad», señaló el autor principal del estudio, Dan Peer.
Asimismo, Peer indicó que es probable que eventualmente este mecanismo reemplace la quimioterapia, puesto que esta nueva técnica permite tratar la afección de forma localizada, mientras que los fármacos se administran en todo el cuerpo.
Durante sus pruebas con ratones, los expertos trataron a cientos de roedores con dos tipos de cáncer: cáncer de cerebro (glioblastoma) y cáncer de ovario metastásico.
Según los resultados obtenidos, los animales que recibieron el nuevo tratamiento tuvieron el doble de esperanza de vida que el grupo de control, con una tasa de supervivencia un 30% más alta.
Ante estos resultados, Peer aseguró que el equipo tiene previsto desarrollar el sistema para atacar cualquier tipo de cáncer y que el mismo podría empezar a usarse en humanos dentro de aproximadamente dos años.
En este sentido, el especialista explicó que el tratamiento se personalizaría con cada paciente en base a una biopsia preliminar que permitirá determinar si el afectado necesita una inyección general o una inyección directamente en el tumor.
Por último, Peer precisó que esta inyección consiste en ARN mensajero que «codifica» una «función de tijera diminuta» que corta el ADN, identificando las células cancerosas y una nanopartícula lipídica.
«La tecnología debe desarrollarse más, pero lo principal es que hemos demostrado que puede matar las células cancerosas», concluyó.