por: Elena Velásquez
26/07/2024 | 5:30 pm
Atlántico
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos informó que, recientemente, investigadores hallaron arsénico y plomo en tampones orgánicos y no orgánicos.
«No quiero que la gente entre en pánico, pero que sea consciente de que se encontraron metales pesados en estos productos menstruales (…) Obviamente, el siguiente paso es realizar una investigación que demuestre si los metales se filtran del tampón al cuerpo», dijo al respecto la autora principal del estudio y profesora adjunta de ciencias de la salud ambiental en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, Kathrin Schilling.
De acuerdo a la información, Schilling junto a su equipo «probaron 30 tampones de 14 marcas adquiridos en importantes tiendas y minoristas online de Estados Unidos, Reino Unido y Grecia», y los sometieron a pruebas para 16 metales pesados.
En este sentido, se conoció que los metales que se buscaron en los materiales de dichos tampones fueron (además del arsénico y del plomo) el bario, calcio, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, manganeso, mercurio, níquel, selenio, estroncio, vanadio y zinc.
Partiendo de ello, se encontró que dichos tampones contenían «un promedio de 100 nanogramos por gramo de plomo y 2 nanogramos por gramo de arsénico», pero afortunadamente no se hallaron «niveles detectables» de otros metales pesados como el cromo y el mercurio.
A propósito de esto, la autora resaltó que «la concentración promedio de plomo en los tampones era aproximadamente 10 veces mayor que los niveles máximos actualmente permitidos en el agua potable», aunque reconoció que, hasta la fecha, «no existe un nivel seguro de exposición al plomo» y se ha demostrado que «causa problemas en la salud reproductiva en las mujeres».
También señaló que aunque los niveles de arsénico «eran cinco veces más bajos que los límites actuales para el agua potable», siendo más altas alas concentraciones en tampones orgánicos; este es un metal que «no debería estar presente en absoluto en los tampones y aún no comprendemos los efectos de la exposición vaginal, ya que no se ha estudiado».