¿Qué oculta el despertar nocturno a las 3 AM según la psicología?

El misterioso despertar recurrente a las 3 de la mañana es un fenómeno que desconcierta a muchos, transformando la tranquilidad de la noche en un momento de incertidumbre, y la psicología ofrece varias claves para entenderlo.

El primer y principal sospechoso es el estrés y la ansiedad acumulada, un verdadero enemigo del descanso reparador.

Los expertos, como la psicóloga clínica, Sabrina Romanoff, señalan que el cerebro puede permanecer en un estado de alerta constante debido a la ansiedad, y esto se manifiesta con picos de cortisol (la hormona del estrés) que suelen ocurrir en la madrugada.

Este aumento hormonal actúa como una alarma interna, interrumpiendo el sueño y, una vez despierta, la mente comienza a divagar sobre pendientes y preocupaciones, lo que complica enormemente volver a conciliar el sueño.

Asimismo, la psicología también considera la estructura de nuestros ciclos de sueño y cómo estos se sincronizan con nuestro reloj biológico.

La madrugada es el momento en que la fase de sueño profundo comienza a ceder y el sueño ligero se intensifica de forma natural, lo que hace que el cuerpo sea más vulnerable a los despertares.

Si a esto le sumamos una activación del sistema nervioso simpático (común en quienes padecen insomnio medio), cualquier factor externo (como ruidos, luz, o una temperatura inadecuada) puede desencadenar una respuesta de despertar.

Factores adicionales y estrategias

Además de lo psicológico, algunas causas fisiológicas como la hipoglucemia nocturna (niveles bajos de azúcar) pueden liberar adrenalina y cortisol, forzando un despertar súbito.

Para mejorar el descanso y contrarrestar estos despertares, los especialistas sugieren adoptar hábitos de higiene del sueño, como evitar los dispositivos electrónicos antes de acostarse, practicar técnicas de relajación y, de manera crucial, establecer una rutina de sueño constante.

Si el despertar ocurre, es vital evitar mirar el reloj, ya que este simple acto genera una ansiedad que puede perpetuar el problema, dificultando la vuelta al descanso.