¿Qué sabes sobre la manzanilla? Descubre los mitos y verdades de esta planta

La manzanilla es una de las plantas más conocidas y utilizadas en el mundo, tanto por sus propiedades medicinales como por su aroma y sabor. Esta flor es una fuente de minerales y vitaminas que pueden ser vitales para tu salud. 

Sin embargo, hay muchos mitos que rodean a esta flor milenaria en cuando a su implementación y uso en la medicina. 

Por lo tanto, a continuación explicamos algunos de los mitos y verdades que rodean a la manzanilla, para que puedas aprovechar al máximo sus beneficios en todos los ámbitos.

Mito: Es solo una planta medicinal sin fines espirituales

La manzanilla tiene una larga historia de uso en ceremonias y rituales con fines espirituales, como la curación del mal de ojo, la purificación o la protección.

En México se le considera una planta sagrada y se emplea en los ramos bendecidos durante la Semana Santa. También se le atribuyen propiedades mágicas, como atraer el amor, el dinero o la suerte.

Verdad: Tiene efectos calmantes y antiinflamatorios

La popular flor contiene principios activos que le atribuyen propiedades sedantes, antiespasmódicas y antiinflamatorias, las cuales pueden ayudar a aliviar el estrés, la ansiedad, el insomnio, dolores de cabeza, cólicos,  indigestiones, úlceras o gastritis. 

Mito: Solo se deben usar las flores 

Aunque las flores de la manzanilla son la parte más rica en principios activos, todo el tallo puede ser aprovechado para fines medicinales o culinarios.

De hecho, algunas recetas tradicionales incluyen las hojas o los tallos de la manzanilla para preparar infusiones, tés o jarabes.

Verdad: Puede causar reacciones alérgicas

Portales especializados en medicina natural aseguran que la manzanilla es una planta segura para la mayoría de las personas, pero puede provocar reacciones alérgicas en algunas sensibles a las plantas de la familia Asteraceae (margaritas o girasoles).

Los síntomas pueden incluir erupciones cutáneas, picazón y hasta hinchazón. Por eso es importante consultar con un profesional de salud el consumo de la misma mientras se está cumpliendo un tratamiento médico.