por: Yorman Sarmiento
04/11/2024 | 7:00 pm
Pexels-Cliff Booth
El Síndrome de Down es una condición genética que afecta a aproximadamente uno de cada mil nacimientos en todo el mundo, caracterizada por la presencia de material genético adicional en el cromosoma 21.
Según expertos, esta condición puede influir en diversos aspectos del desarrollo, incluyendo la alimentación y la nutrición de los niños que la padecen.
Por lo tanto, la estudiante de nutrición de la Universidad de los Andes, Valeria Mora, y el Nutricionista Jairo Paredes, indican que “una correcta alimentación desde los primeros años de vida juega un papel fundamental en el desarrollo físico y cognitivo de todos los niños, pero puede ser especialmente crucial para aquellos con Síndrome de Down”.
Según los expertos, los pequeños que presentan esta condición tienen algunas necesidades nutricionales especiales, debido a factores como un metabolismo más lento, problemas de tono muscular y mayor riesgo de problemas digestivos, por lo que se recomienda adaptar la dieta para asegurar que reciban todos los nutrientes necesarios para su desarrollo adecuado.
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Importancia de una dieta balanceada
Una dieta balanceada es clave, lo cual incluye una variedad de alimentos que proporcionen proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales. Incluir frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras es fundamental para apoyar la salud general y el crecimiento del niño.
Los nutricionistas destacan que algunos niños con Síndrome de Down pueden enfrentar desafíos específicos relacionados con la alimentación, como dificultades para masticar o tragar, sensibilidades alimentarias o baja tolerancia a ciertos alimentos.
En este sentido, explican que es esencial trabajar con un nutricionista o dietista para adaptar el plan de alimentación según las necesidades individuales del niño.
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Es así como, desde temprana edad, se deben establecer hábitos alimenticios saludables, así como crear un entorno alimentario positivo y alentar la participación del niño en la selección y preparación de alimentos siempre que sea posible, promoviendo así la independencia y el gusto por alimentos nutritivos.
Además, los padres y cuidadores juegan un papel crucial en el apoyo a la alimentación y nutrición de los niños con Síndrome de Down, por lo que deben estar informados sobre las necesidades nutricionales específicas y tener acceso a recursos educativos y de apoyo puede hacer una gran diferencia en la calidad de vida del niño.