¿Sabes cómo se transmite y cuáles son los síntomas del Ébola?

El Ébola es una enfermedad viral que se manifiesta en el organismo con dolor de cabeza, dolor de garganta, fiebre alta, debilidad y dolores musculares.

Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha identificado un total de mil 779 infectados y 961 fallecidos en Liberia, Nigeria, Sierra Leona y Guinea a causa de este padecimiento.

Al respecto, el organismo ya considera el brote como una emergencia pública internacional, por lo que hizo un llamado a los países de América a prepararse ante la potencial introducción del virus en la región.

El Ébola tiene una tasa de 90% de letalidad y hasta la fecha no existe una vacuna que pueda prevenir y combatir el virus en el organismo.

Después de que la persona infectada presenta los primeros síntomas aparecen vómitos, diarrea, disfunción renal y hepática, hemorragias internas y externas y erupciones en la piel.

Una de las características más alarmantes del virus es que el periodo de tiempo estimado desde la incubación hasta la aparición de los síntomas oscila entre dos y 21 días, lo que hace más difícil tratar la enfermedad e identificar si las personas que han estado en contacto con enfermos han sido infectados.

El Ébola se puede transmitir por cualquier contacto con sangre, órganos y secreciones líquidas de animales afectados. Por su parte, la enfermedad se contagia a través del contacto directo de persona a persona.

El virus suele estar presente mayormente en la sangre, mucosas y cualquier otro tipo de líquido corporal. Otra forma de transmisión es manipular materiales o cadáveres infectados.

Asimismo, los hombres deben tener en cuenta que una vez recuperados del virus, el semen seguirá transmitiéndolo hasta siete semanas después, por lo que se aconseja el uso de anticonceptivos o la abstención sexual.

No existe un tratamiento específico para tratar a las personas infectadas, las cuales, en los casos más graves, pueden requerir ser internadas en cuidados intensivos.

Por ese motivo, los expertos recomiendan mantenerse alejado de cualquier persona que se sospeche ha sido infectada y evitar el contacto directo con cualquier líquido corporal de un enfermo.