Te presentamos cuatro razones para dejar de consumir refrescos

Los refrescos y bebidas gaseosas son una de nuestras primera opciones cuando buscamos combatir el calor, aunque se ha comprobado que también generan desgaste en ciertas funciones del organismo humano.

Este tipo de bebidas están relacionadas con la aparición de cálculos renales y complicaciones en riñones por los altos niveles de ácido fosfórico que contienen.

Sin embargo, existen otros factores adversos de su consumo. Aquí te informamos algunos de ellos:

El ácido y azúcar que contienen las gaseosas disuelven el esmalte dental, por lo que tus dientes están más propensos a contraer caries.

Ingerir bebidas gaseosas con una dieta elevada en fosfato están asociados a una probabilidad más elevada de desarrollar osteoporosis y por consiguiente un mayor riesgo de sufrir rompimiento en huesos.

Uno de los ingredientes principales de las gaseosas es el benzoato de sodio, el cual al ser consumido reduce la habilidad del cuerpo para absorber el potasio, a la vez que aumenta el sodio general de la dieta. Estas reacciones también provocan asma, eccema y urticaria recurrente.

Los profesionales de la salud relacionan el consumo de este tipo de bebidas con la obesidad, pues estiman que por cada gaseosa consumida aumenta a 1,6 veces la probabilidad de desarrollar obesidad.