por: Edgar Pilca
03/07/2025 | 7:30 pm
Ivan Samkov en Pexels
Una nueva y esperanzadora puerta se abre en la lucha contra el cáncer. Un estudio reciente, publicado en la prestigiosa revista Cancer Discovery, revela que un tipo de análisis de sangre tiene el potencial de detectar la enfermedad años antes de que aparezcan los primeros síntomas o de que sea diagnosticada por los métodos tradicionales.
La investigación, liderada por expertos de la Universidad Johns Hopkins, se enfoca en la identificación de ADN tumoral circulante (ADNtc). Este material genético es liberado al torrente sanguíneo por las células cancerosas a medida que los tumores crecen y se desarrollan.
Lo sorprendente del estudio es que se ha logrado encontrar este ADN canceroso en la sangre de algunos pacientes hasta tres años y medio antes de que recibieran un diagnóstico formal de cáncer.
Las pruebas que buscan estos biomarcadores en la sangre se conocen como pruebas de detección temprana de múltiples cánceres (MCED, por sus siglas en inglés). Su objetivo es rastrear no solo el ADNtc, sino también otras señales como ARN o proteínas que las células tumorales desprenden. Al identificar estas «huellas» del cáncer en etapas tan incipientes, se abre la posibilidad de intervenir mucho antes.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de participantes en un estudio de gran envergadura sobre enfermedades cardíacas. Al comparar a las personas que desarrollaron cáncer posteriormente con aquellas que no, encontraron que la prueba MCED era capaz de señalar la presencia del cáncer incluso cuando la enfermedad era indetectable por otros medios.
Este avance es inmenso porque la detección precoz es, sin duda, la clave para un tratamiento más efectivo y para mejorar significativamente las tasas de supervivencia. Si se puede identificar el cáncer cuando apenas comienza a desarrollarse, las opciones de tratamiento son más amplias y las probabilidades de éxito mucho mayores.