por: Elena Velásquez
20/09/2025 | 6:30 pm
Imagen extraÃda de ifc.unam.mx
Recientemente, cientÃficos españoles vincularon la aterosclerosis (enfermedad común del «endurecimiento de las arterias») a una molécula producida por bacterias intestinales.
Tras 15 años de seguimiento a un grupo de pacientes, los investigadores descubrieron que algunas bacterias que se hayan en el intestino, en determinados estados, «producen propionato de imidazol, una molécula sencilla, con seis átomos de carbono, ocho de hidrógeno, dos de nitrógeno y dos de oxÃgeno (C₆H₈Nâ‚‚Oâ‚‚)», la cual es responsable del padecimiento.
De acuerdo con la información, que fue reseñada en la revista Nature, cuando este compuesto entra en el torrente sanguÃneo «interactúa con los glóbulos blancos inmaduros y desencadena una reacción inflamatoria en las arterias, que promueve la acumulación de placas de grasa».
Al respecto de esto, el biólogo que lideró el estudio, David Sancho, aseguró que «el propionato de imidazol induce aterosclerosis por sà solo» y que, sin dudas «hay una causalidad».
Afortunadamente, el cientÃfico indicó que también se logró identificar el receptor al que se une la molécula y que, a partir de ello, se logró bloquearlo con un fármaco que permite «prevenir totalmente el desarrollo de la enfermedad».
Por su parte, otro de los coautores del estudio, el biólogo sueco Fredrik Bäckhed destacó que una de las cosas más llamativas sobre la forma en que actúa el propionato de imidazol en los pacientes es el hecho de que «parece promover la aterosclerosis incluso cuando los niveles de colesterol son normales»; una situación que, afirma, podrÃa explicar el porqué «algunas personas desarrollan enfermedades cardiacas a pesar de tener pocos o ningún factor de riesgo tradicional, como el colesterol alto o la hipertensión».