por: MarÃa Fernanda Pérez
22/08/2025 | 7:30 pm
Foto de Age Cymru en Unsplash
Con el paso de los años, el cuerpo experimenta cambios naturales que pueden debilitar los músculos, incluyendo los de la zona abdominal. Sin embargo, alcanzar los 50 o 60 años no significa renunciar a un estilo de vida activo.
De hecho, es la etapa ideal para integrar disciplinas que fortalezcan el cuerpo de manera integral y segura. El yoga, con su enfoque en la respiración, el movimiento consciente y la relajación, emerge como una excelente opción para mantener la fuerza y la vitalidad.
Esta práctica milenaria no solo mejora la flexibilidad y el equilibrio, sino que también ofrece beneficios especÃficos para el sistema digestivo y la zona abdominal.
A continuación, te presentamos tres posturas de yoga sencillas pero efectivas que ayudan a tonificar y aliviar la inflamación abdominal.
Apanasana (Postura de Rodillas al Pecho)
Conocida por su capacidad para aliviar el malestar estomacal y los gases, esta postura es un excelente punto de partida. Solo necesitas acostarte boca arriba en un tapete, llevar las rodillas al pecho y abrazarlas con las manos.
Al mantener esta posición por 5 a 10 respiraciones profundas, se masajean los órganos internos y se promueve la digestión, aliviando la sensación de hinchazón. Además, es una postura muy relajante para la espalda baja, una zona que tiende a resentirse con la edad.
Bhujangasana (Postura de la Cobra)
La postura de la cobra es un poderoso ejercicio que ayuda a fortalecer y estirar la musculatura abdominal y de la espalda. Acuéstate boca abajo, coloca las palmas de las manos a la altura de los hombros y, al inhalar, eleva lentamente el pecho del suelo.
Es importante mantener los codos pegados al cuerpo y el abdomen en contacto con el tapete. Mantener esta postura de 15 a 30 segundos fortalece los músculos del core y mejora el funcionamiento del sistema digestivo, además de abrir el pecho y aliviar el estrés.
Setu Bandhasana (Postura del Puente)
Esta flexión hacia atrás no solo tonifica el abdomen, sino que también activa la circulación y estira la columna.
Para realizarla, acuéstate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo, separados a la altura de las caderas. Inhala y eleva la cadera, formando un puente con el cuerpo. Mantén la posición durante 5 a 8 respiraciones.
La postura del puente es ideal para fortalecer los glúteos y los músculos abdominales inferiores, que a menudo pierden fuerza con el tiempo, y ayuda a revitalizar el cuerpo.