por: Jairo Guiza
27/03/2018 | 4:01 pm
Imagen referencial - Pixabay
Como rutina de belleza y limpieza, lavarse la cara es una acción que se recomienda realizarse por lo menos dos veces al día, en la mañana y antes de dormir; ésto con el objetivo de mantener limpia y saludable la piel del rostro.
Según especialistas, el mayor problema de no efectuarse esta limpieza, es la acumulación de contaminantes ambientales sobre la epidermis, los cuales, conducen a la generación de radicales libres.
Posteriormente, tendrías a largo plazo la descomposición del colágeno y la elastina; estructuras que permiten que la piel conserve su juventud
Lavarse la cara puede sonar fácil pero la manera incorrecta de efectuarse esta rutina puede contribuir a la irritación, resequedad y otros problemas de la piel. Te presentamos 5 errores comunes al lavarte la cara.
El jabón o limpiador tiene como objetivo eliminar por completo la suciedad y maquillaje, pero no debe dañar la humectación natural de la piel ni su ph. Al escoger un producto, debes observar que no te obligue a frotar con intensidad para eliminar las impurezas o que cause irritación o resequedad.
Es una práctica saludable para eliminar las células muertas de la piel, pero la moderación es la clave. Usar exfoliantes granulados como azúcar o frutas, debes hacerlo como máximo tres veces a la semana. Usa siempre tus dedos en lugar del paño cuando exfolias para evitar rasgar la piel.
Ahorrar tiempo en el lavado, puede dar lugar a la acumulación de residuos que pueden obstruir los poros y secar la piel. Recuerda siempre enjuagar a fondo, incluso cuando estás corriendo en la mañana o estás muy cansado por la noche. La línea de la mandíbula, del cabello y la nariz; son los lugares más abandonados por los cuales debes tomarte tu tiempo.
Aunque se sienta bien, un error que cometemos la mayoría es frotar la toalla contra nuestra piel, lo que pone en riesgo la elastina. Además, debes designar una toalla para esta función, porque las bacterias ven en esta prenda un lugar ideal para vivir.
Mucho tiempo se consideró que éstos eran enemigos de la piel. Sin embargo, algunos de ellos pueden limpiar la suciedad de los poros, eliminar bacteria y sanar y equilibrar la piel. Puedes probar con aceites de alta calidad como el de almendras, albaricoque o girasol.
El cutis necesita de una limpieza regular con productos adecuados. En lo posible una buena opción es ir con un especialista para que te indique cuales son las necesidades de tu piel y de este modo poder tratarla.