por: Zulymar Gutiérrez
11/04/2017 | 11:01 am
Imagen Referencial|Pixabay
La Basílica de Santa Teresa como todos los años, se prepara para recibir a miles de fieles que provienen de todas partes del país. Hasta mediodía estarán sus puertas abiertas, ya que el templo acostumbra a adornar la imagen de El Nazareno de San Pablo en horas de la tarde.
Se celebrarán eucaristías cada hora a partir de las doce de la noche. La ceremonia correspondiente a las doce del día será presidida por el Arzobispo de Caracas, Jorge Cardenal Urosa Savino. La última misa tendrá lugar a las dos de la tarde.
La procesión que acompañará al Nazareno partirá entre las tres y tres y media de la tarde, una hora y media antes que el año pasado.
El recorrido será por la avenida Bolívar, la avenida Universidad hasta El Calvario, de allí a la plaza O’Leary y luego la avenida Lecuna para retornar a la Basílica de Santa Teresa, después de recorrer más de veinte cuadras del centro de Caracas. El Nazareno de San Pablo se encontrará con la imagen de La Dolorosa, perteneciente a la Iglesia de San Francisco.
Los feligreses, obsequian al Nazareno de San Pablo, flores de color morado y orquídeas, cuyo valor oscila entre 3 mil y 4 mil bolívares.
La ciudad capital recibe anualmente a miles de feligreses para agradecer por los favores y milagros concedidos.
Recomendaciones
Se recomienda a los devotos no llevar niños a esta procesión. De igual forma, no están permitidas las velas en el interior de la Basílica de Santa Teresa. En este sentido, se aconseja llevar hidratación.
Origen de la imagen milagrosa
La imagen de El Nazareno está hecha de madera y representa a Jesucristo cargando la Cruz. El nombre de esta imagen tiene su génesis tras haber llegado a Caracas y ser llevada en principio a la capilla de San Pablo. Luego de haber permanecido en ella por casi un siglo, el Presidente Antonio Guzmán Blanco, ordenó derribar la capilla y en su lugar levantar el Teatro Municipal, tiempo más tarde fue construida la Basílica de Santa Teresa lugar donde fue trasladada la imagen y hasta ahora se mantiene.
En el año 1587, una epidemia de vómito negro azotó a la ciudad. Los fieles, decidieron sacar en procesión a la imagen. Al pasar cerca de un árbol de limones, la corona de espinas quedó retenida, cayendo algunos frutos al suelo. Los devotos decidieron usarlos como medicina milagrosa que acabó con la peste.