por: María Fernanda Pérez
08/09/2025 | 11:30 am
@selevinotinto
Tras una ardua carrera en las Eliminatorias Sudamericanas, el sueño de la clasificación directa al Mundial 2026 sigue latente para varias selecciones, pero para otras, la esperanza se centra en un nuevo y desafiante formato de repechaje.
Venezuela y Bolivia, inmersos en una lucha intensa, miran de reojo esta instancia definitoria que podría abrirles las puertas a la máxima cita del fútbol.
A diferencia de ediciones anteriores, el repechaje para la Copa del Mundo de 2026 se ha transformado en un mini-torneo que añade un extra de dramatismo y estrategia.
El camino hacia el Mundial ahora pasa por una competición que congrega a seis selecciones de diferentes confederaciones en un mini-torneo eliminatorio. Una de las plazas es para la Conmebol, y esa la disputan hasta el final Venezuela y Bolivia. A esta selección sudamericana se sumarán dos de la Concacaf, una de Asia (AFC), una de África (CAF) y una de Oceanía (OFC).
En este innovador sistema, las seis selecciones participantes son ordenadas según el Ranking FIFA. Las dos mejor posicionadas esperan directamente en una instancia final, mientras que las cuatro restantes se miden en dos duelos de semifinales.
De estas llaves, los dos ganadores avanzan para enfrentar a los equipos que esperaban. Los vencedores de estos últimos enfrentamientos serán los que obtengan los codiciados dos cupos restantes para el Mundial.
La sede de este torneo crucial será México, con partidos programados en las ciudades de Monterrey y Guadalajara. La acción se desarrollará durante la fecha FIFA del 23 al 31 de marzo de 2026.
Para Venezuela o Bolivia, este mini-torneo no solo representa una última oportunidad, sino también la posibilidad de escribir un nuevo capítulo en la historia de sus respectivas selecciones, enfrentando rivales de otros continentes en un formato inédito.