por: María Fernanda Pérez
24/10/2025 | 12:30 pm
Foto: MinDeportes
Con la mirada puesta en los Juegos Sordolímpicos de Tokio 2025, la preparación de los atletas del componente de deficiencia auditiva está ajustando los detalles, y la hidratación resulta ser un factor crítico de rendimiento. Así, en un movimiento estratégico, la nutricionista Josselyn Capote ha liderado un crucial test de sudoración con el equipo de ciclismo para optimizar sus planes de ingesta de líquidos.
De este modo, el procedimiento implementado por Capote busca establecer una métrica precisa para cada atleta. La evaluación incluyó la medición del peso corporal antes y después del ejercicio, el registro de la cantidad de agua consumida durante la prueba, y un análisis de la densidad de orina previa a la actividad.
«Es básicamente determinar cuánto sudor pierden ellos para extrapolarlo a lo que necesitan en las competencias,» explicó la especialista Capote.
Los resultados iniciales del test encendieron una señal de alerta, al confirmar que algunos ciclistas ya iniciaron el proceso en un estado de deshidratación. Este hallazgo no es exclusivo, pues la nutricionista subrayó que entre el 80% y 90% de los atletas en diversas disciplinas comienzan sus entrenamientos con déficits de líquidos, una situación que afecta directamente la capacidad física y la resistencia.
«Si comienzan deshidratados, no van a rendir tan bien,» advirtió. Además, destacó que simplemente beber agua durante la actividad no es suficiente para revertir el daño si no existe un plan de hidratación adecuado que corrija el estado inicial y mantenga el equilibrio.
Con estos datos en mano, el cuerpo técnico y médico está ahora en capacidad de diseñar estrategias de hidratación personalizadas para cada ciclista. Esto implica ajustar con precisión la ingesta de líquidos y electrolitos no solo durante las competencias, sino también a lo largo de los entrenamientos.